«Explosion» Eli Paperboy Reed & The True Loves, 20 de noviembre de 2010 Las Palmas de Gran Canaria

Eli "Paperboy" Reed & The True Loves, 20 nov 2010 en Las Palmas de Gran Canaria
Eli "Paperboy" Reed & The True Loves, 20 nov 2010 LPGC
Eli "Paperboy" Reed & The True Loves, 20 nov 2010 en Las Palmas de Gran Canaria
Eli «Paperboy» Reed & The True Loves, 20·nov·2010

Hablemos claro, el concierto del pasado Saturday night en el flamante Paraninfo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria fue simplemente apabullante e incendiario, y cierto es que el soul es ese todopoderoso, no hay otro estilo musical que sea capaz de contagiar e invitar a la diversión a tanta gente diferente.

Alguien dijo que “el blues tuvo un hijo y lo llamaron rock and roll y el gospel y el rhythm blues tuvieron otro que se llamó soul”, un género ligado a la comunidad negra en aquellos tiempos en que se integraron a la sociedad norteamericana. Eli “Paperboy” Reed y su banda The True Loves, magníficos, lograron desde el comienzo transportarnos a esos 50’s y principos de los 60’s, logrando hacernos viajar en el tiempo, aquellos Atlantic, Stax o Tamla Motown, soul puramente añejado incorporando toques gospel, rhythm & blues y country en ocasiones.

Este bostoniano de solamente 27 años lidera con claridad ese sabor y autenticidad del soul clásico actual; Mayer Hawthorne, norteamericano como él, James Hunter y Jamie Lidell, británicos, lo acompañan en esta nueva revolución del soul. Personalmente, creo que “el chico de los periódicos” y James Hunter tienen sólidos anclajes en la nostalgia retro, están muy por encima de los demás y han firmado ese pacto con el diablo, ése que hicieron tantos genios como Sam Cooke, James Brown, Al Green, Otis Redding, Ray Charles o Jackie Wilson y no les fue nada mal, Eli Reed ha llegado a un acuerdo with the devil para absolutamente tener la voz de un negro de sesenta años.

Con un sold out en toda regla, se intuía que el show iba a ser uno de esos conciertos que dejaría satisfechos a cualquiera que tuviese un mínimo sentido musical: el Paraninfo era el lugar perfecto como antaño el legendario Apollo Theater del Harlem neoyorkino y éramos quinientas souls ansiosas de recibir ese jeringazo de adrenalina. Con quince minutos de retraso entraba en escena la cohorte del de Massachusetts, los True Loves: Ryan Spraker (guitarra), Mike Isvara Montgomery (bajo), Jerrell Clopton (batería), JB Flatt (órgano, piano), Jelani Brooks (saxo tenor) y Patriq Moody (trompeta); Freddy DeBoe (saxo barítono) no pudo venir a la gira española por problemas burocráticos según me comentó el promotor Juan Salán.

La banda se plantó frente a su público y el rugido de aprobación fue ensordecedor, la intro no se hizo esperar y al cabo de unos segundos JB Flatt, el chico del Hammond B3, ejercía de speaker a la antigua usanza al modo de Paul Shaffer, “Good evening Las Palmas!!, do you feel alright?, Ladies & Gentlemen this’s the man’s gonna make you shit, he always delivers, can you handle it? Mr Boom, Boom, please welcome to the stage, the satisfier as himself, Eliiiiiiii Paperboyyyyyy Reeeeeeeeeeeeeeeeeed!!”  Energía pura, Eli sale a escena con su tupé impecable, elegante con su Gibson Hollow Body del 56 y cuidadoso con su traje vintage verde pistacho, redobles de tambor y gritos salvajes para dejar paso a un desenfrenado ritmo propio de la mejor época de James Brown, ¡cualquiera que estuviese en el Paraninfo podría pensar que estábamos ante un disco de Sam Cook en el Harlem Square del 63! Aullidos de ¡¡Las Palmas, Las Palmas!!, suenan los acordes de “the satisfier”, el público reacciona y aquello se caía, el hijo del crítico musical, coleccionista de música negra, siempre, desde pequeñito, se empapaba los míticos sellos discográficos, y así lo demuestra en su primera canción con su entrega y portentosa cualidad vocal al más puro estilo Sam Cooke, un temazo de su segundo álbum llamado “Roll with you”, enlazándolo con “Name Calling” y “Help Me” de su nuevo álbum “Come and get it”. De un plumazo y sin parar, tres potentes canciones “To the bone” donde los metales lucen brillo, y “help me”.

Eli hace de predicador gospel y nos insta a que ayudemos al amor, “que siempre es necesario escucharse y ayudarse mutuamente, yeahhhhhhh”. El ritmo era demoledor, ya empezabamos a sentir el sudor escénico como nuestro, y es cuando Eli nos hace recordar que con “I’m Gonna Break Every Heart I Can” del country-man Merle Haggard, cualquier estilo musical como el country, ahora en el escenario se es coherente, dándonos muestras de country-soul sudoroso marca de la casa. Una versión, publicada junto a otras no hace más de un año, junto con su primer disco de exégesis llamado “Walkin & Talkin”; en mi opinión junto con su segundo disco “Roll with you”, dos obras maestras.

El blanco con garganta y alma de negro se convierte en Don Covay por unos instantes en “It’s easier”, con su pose indolente bien ensayada cumple con una de sus mejores baladas y las lagrimillas del respetable reivindican el derecho de formar parte del evento, ¡¡¡Otis Redding ohhh yeahhh!! Esas mismas se convierten en el río caudaloso del Delta del Mississippi que sigue salvajemente y frenético su curso hacia el mar de Las Canteras.

Eli Reed está dejando claro con su arrolladora voz y su carisma sobre el escenario, sus maneras de implicar al público en su directo, ya los tenía comiendo en sus manos. Éstos despegaron el culo de sus asientos y estallan con “Stake your clame”, “Tell me what I wanna hear” y “Twisting the night away” de nuevo al más puro estilo Sam Cooke, para luego darles un respiro al mejor estilo de Smokey Robinson en “Just like me”.

The True Loves ahora solos sobre el escenario, no sólo crean música sobre el stage, sino que la disfrutan como si formaran parte del público. Descargan su electricidad más potente, en especial Ryan Spraker, rompiendo cuerdas de su guitarra. Por cierto, a mi alrededor solamente veía espectadores entregados y felices, sinceramente, si aquéllo “no te ponía” no eres la clase de persona que quiero conocer.

La estructura del concierto iba como la seda, después de lucirse la banda, Eli aparece y se arranca la chaqueta del traje e invoca al Mick Jagger de los 70’s, are you with me?, en “Am I wasting my time” y “She walks” para luego adoptar modos de predicador evangelista en “You can run on” y anima a todos a saltar al escenario, la gente ya continuaría de pie todo el concierto, “Time will tell”, “Young girl” y finalmente rematan con “Come and get it”. Eli just left the building … los músicos terminaron en medio de un aplauso de campeonato bien merecido, comenzaría el first encore. Todos los asistentes terminaron aplaudiendo, bailando e incluso gimiendo en alaridos compartidos con el músico para que saliera, aquello echaba humo; suenan los acordes del “(Doin the) Boom, boom” a todo trapo, se había reencarnado en James Brown, acabó descamisado y empapado en sudor, apabullante y ¡qué descarga de energía dios mío!

De nuevo salen todos del escenario, la gente quería más y volviendo con su tompretista Patriq Moody clavan el “Pick your battles” con una pareja de enamorados en el escenario bailando. Sus true loves vuelven y “el chico de los periódicos” quiere hacer explotar aquéllo con la bestial “Explosion”, aquéllo estaba endemoniado, el paraninfo casi se viene abajo, sientes que te están centrifugando, todos allí nos quedamos con la boca abierta. El nuevo rey del soul no tiene por qué preocuparse, será muy difícil que alguien le arrebate el trono.

Concierto histórico en Las Palmas de Gran Canaria, gracias al infatigable trabajo del promotor Juan Salán, que sin muchos medios y la ayuda de Heart of Gold, han hecho posible que sin “ayudas” públicas y sin “tramposos de las subvenciones”, llegue a Canarias uno de los artistas más importantes y con mayor futuro del panorama mundial.

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