«Parece que fue ayer, pero fue hace mucho tiempo, aún ando corriendo contra el viento, dejé que los vaqueros y caballos pasaran, más viejo, pero aún sigo corriendo contra el viento.» (Bob Seger «Against the Wind»)
Danny Wilson se reconvierte y torna a sus inicios, aquellos con Grand Drive, donde la pólvora, la oscuridad, el sueño americano y las montañas se vuelven más urbanas.
Con nuevos componentes en “The Champions of The World” y un giro firme a su música hacia sus orígenes, descarga con flechas y toda munición posible los corazones de muchos fans, que aún andan un poco aturdidos con su nuevo trabajo “Hearts & Arrows” (Corazones y flechas).
En “Hearts & Arrows”, el tercer álbum de Danny & The Champions of The World, como bien dice su admirado Bob Seger en su “Against the Wind”, Danny Wilson, solista y alma de la banda, desafía a todos sus aficionados y va a contracorriente. Si para cualquier banda el tercer disco sería la consagración o estabilidad de la misma, Wilson nos sorprende y transporta ahora hacia otros parajes y sueños con destino a cualquier barra de bar de los alrededores de Asbury Park en New Jersey, Indiana, Detroit o Florida.
Atrás quedaron reminiscencias “folkies” con sus excelentes “Danny & The Champions of The World” (2008) y “Streets of Our Time” (2010), aunque nunca ha abandonado sus ramalazos Neil Young o The Byrds, pero ahora sí con mucha guitarra Rickenbacker 425 del 62’, Hofner 500, y enchufe definitivo de Stratocasters.
Banjos, mandolinas y pedal steel ahora desconectados, las flechas se vuelven más punzantes en esta primera visita de “Danny y sus campeones del mundo” a nuestro país.
Emigrantes australianos pero radicados en un viejo barrio de Sutton en Londres durante los 70’s, tanto Danny como su hermano Julian Wilson formaron Grand Drive, casi a finales de los noventa, una deliciosa banda que sería el embrión de Danny & The Champions of The World, formación que en sus inicios, iniciaba el despegue y locura de un género bastante olvidado en el Reino Unido como es el Country urbano, Americana Music o Alt. Counrtry, adelantándose a los ahora populares Mumford & Sons.
Claramente, Danny Wilson evoca en su nuevo proyecto idealismo Springsteen, Seger, Mellencamp, Lowe o Petty, crítica social, pero el sueño americano del que habla se encuentra aquí desubicado, muy lejos de su contexto social. Sin embargo también habla de sentimientos, de su ruptura con la anterior formación, de la dignidad, de la vida, siempre omnipresente («Ghost in the Wire», «On the Street», «Too tough too cry» o «Colonel and the King»).
Excelente oportunidad de poder ver en España a Danny & The Champions of The World a partir del 18 de enero en Bilbao (Colegio de Abogados), el 19 de enero en Madrid (Wurlitzer Ballroom), el 20 de enero Valencia (El Loco Club) y el 21 de enero en Barcelona (Sala Rocksound).
Ocasión para irnos preparando para la que se nos viene encima con Bruce Springsteen & The E Street Band a partir del 13 de mayo. (Recordamos la última actuación de Bruce Springsteen en Madrid, el pasado 17 de julio de 2008, con esta crónica)
Regocíjate con Danny & The Champions of The World y sus arpegios incontrolados de flechas llenas de sangre, homenajes descarados a Clemons, aducirá a sus “fantasmas” favoritos, Dr Feelgood, Nick Lowe, Thin Lizzy, Springsteen, Al Green, Diamond, Seger, Petty, o Elvis.
Paul Lush a la guitarra, Chris Clarke al bajo, y Steve Brookes a la batería, con Rosalie Deighton a la guitarra y coros, y ‘Free Jazz’ Geoff a los teclados y saxo, componen, los campeones del mundo.
Danny nos transportará hacia sus nuevos territorios, esos donde el corazón y las flechas están en un lugar correcto, atrás dejará su mundo musical “cósmico” para convencernos de que hay un mundo mejor cerca de Nebraska, Asbury Park o Detroit.
Neal Casal, Goldrush, The Rocking Birds o Drive by Truckers han impregnado crudeza, metal afilado y ríos enfurecidos a su corazón cambiante y condescendiente.
Anarquía y libertad en Danny & The Champions of the World, deseosos de ofrecer a la audiencia española mucha electricidad y sinceros recitales en sus próximas cuatro paradas en nuestro territorio, sonidos Rickenbacker, guitarras Stratocaster más afiladas, pasión y sorpresas.
Estoy convencido de que los parajes oníricos, raíles de tren, olor a cerveza y whisky, se personarán en cada una de sus citas.
Excusa perfecta para no perderte el concierto.
«Still runnin’, I’m still runnin’ against the wind, let the cowboys ride, They’ll be riddin’ againts the Wind» by Bob Seger.