Iron Butterfly esparció esencia de psicodelia en Tenerife

Iron Butterfly, La Laguna Tenerife
Iron Butterfly, en Tenerife, La Laguna.
Iron Butterfly, La Laguna Tenerife. Spain February 2012
Iron Butterfly en Tenerife, 23-feb-2012

Anoche, Iron Butterfly esparció la genuina esencia de la psicodelia en Tenerife. Esta noche lo hará en Las Palmas de Gran Canaria.

Iron Butterfly brindó con elixir de la vida un concierto precioso, cargado de belleza y sensualidad, de ímpetu e idealismo juvenil, que nos transportó a un mundo mejor, llamado utopía.

Gracias a la más pura psicodelia, y con su poder de sugestión intacto, la mariposa nos llevó volando a través de una atmósfera de éxtasis, hasta la «California de hace 42 años».

Parece imposible que el cuarteto, solamente con su música, haya sido capaz de hacernos creer que nos envolvía un vaho cálido que abría nuestro poros haciéndonos más receptivos y sensibles; que el humo, «no precisamente de tabaco», llenaba todo el ámbito creando una imagen onírica de nosotros mismos que nos mostraba jóvenes y felices, mejores por creer en un futuro de paz y amor. Eran tiempos de no a la guerra, no a la mierda.

El nombre de Iron Butterfly es tan legendario como el de Jimi Hendrix, Janis Joplin o Cream. Iron Butterfly pasó a la historia desde su primera etapa entre el 66 y el 71, en la que grabaron los primeros 4 álbumes de los 6 de su discografía.

  1. 1968, Heavy
  2. 1968, In-A-Gadda-Da-Vida
  3. 1969, Ball
  4. 1970, Metamorphosis
  5. 1975, Scorching Beauty
  6. 1976, Sun and Steel

 

Sobre ellos puedes leer el artículo que les dedicamos hace unos días con motivo de su visita a Canarias, así como muchos otros, comenzando por las entradas en las Wikipedias en español y en inglés, esta última casi siempre más detallada.

Su actuación en Tenerife no estaba prevista desde el principio y fue necesario el esfuerzo arriesgado de muchos para que la fecha entre Barcelona y Las Palmas de Gran Canaria se cubriera con una actuación absolutamente memorable. La formación que nos visitó es la habitual desde 2006:

  • Lee Dorman – vocals, bass
  • Charlie Marinkovich – vocals, guitar
  • Martin Gerschwitz – vocals, keyboards
  • Ron Bushy – drums, percussion

 

Ron Bushy, un batería con una imaginación desbordante y miembro desde la grabación del primer disco, es quien más ha empujado para mantener viva la actividad de la banda. Lee Dorman, que entró en la banda en el 67 y fue pieza clave en la grabación del 2º disco «In-A-Gadda-Da-Vida» (un ábum que ha vendido más de 25 millones de copias ocupando el puesto 31 de ese ranking), ha asumido el papel de frontman con una naturalidad y simpatía que le hace entrañable y muy querido. Su Fender bass no ha notado el paso de los años de su dueño, y sus palabras anoche sonaron tan preciosas como la música. Martin Gerschwitz y Charlie Marinkovich completan las cuatro alas maestras de una mariposa ante cuya belleza no pudimos menos que entregarnos rendidos. Tanto Martin con su Hammond X3 y un Korg para lo demás, como Charlie, que manejaba su guitarra con una delicadeza exquisita, nos obsequiaron con solos y acompañamientos rítmicos de una belleza tan prodigiosa como sus currículums, donde aparecen nombres igualmente legendarios como Vanilla Fudge o The Animals.

El concierto duró una hora y cuarenta minutos, de los que los 25 últimos fueron para su canción más larga y conocida, que dedicaron en este caso a Tenerife, como en cada concierto dedicarán al lugar que los acoja.

 

Con una iluminación discreta pero adecuada, y bajo una proyección de imágenes caleidoscópicas y de fluídos, comenzaron con dos temas de su primer disco «Heavy», que ejecutaron de forma encadenada: «Iron Butterfly Theme» y «Unconscious Power«. Sin pausa continuaron con el tercero de la noche «Stone Believer» del «Metamorphosis».

En ese momento Lee Dorman se dirigió al público para explicar que la cuarta canción era especial, que fue compuesta para un gran amigo de la banda de los primeros años, Marvin, quien trabajaba en una pizzería en Sunset Boulevard donde residía el grupo, y cuidó de la banda a base de pizza y cerveza. Además de la emotividad, sus palabras ayudaban a comprender el título y la letra, el dolor en los acordes, el solemne redoble de caja de «In the time of our lives«, del álbum «Ball»:

How you doing people that passed on yesterday?
Did you meet with justice on your judgement day?

 

Lee volvió a dirigirse al público para dedicar a las damas, con cortesía y caballerosidad pero también con cierto aire de pillín, la siguiente «Flowers and Beds» del álbum «In-A-Gadda-Da-Vida». Con cierta tenacidad, buscó entre los asistentes a las pocas mujeres que se acercaron anoche a verlos, de modo que no creo que Cris E.P. escapara a su escrutinio, porque ya tenían previsto continuar con «Shady Lady» del «Metamorphosis».

Como si el aroma de las damas les hubieran insuflado nuevas y rejuvenecedoras energías, continuaron con el «Metamorphosis» acometiendo «Easy Rider» con una fuerza inusitada, tras lo cual presentó a la banda, saliendo a relucir el nombre de Eric Burdon & The Animals, que en cualquier sitio levantaría una ovación y aquí obtuvo como respuesta una silencio irreverente. «Make some noise» gritaba un incrédulo Charlie, sorprendido de tan extraña reacción, hablando deprisa, contagiando al público de su propia excitación, como no pudiendo explicarse que la admiración por Burdon que seguro él profesa, no fuera compartida en absoluto.

Dos más de su primer disco «Heavy», «You can’t win» y «Possession» y una más del «Metamorphosis», «Butterfly Blue«, dan paso a un momento para Martin Gerschwitz, el detonante de nombrar a Vanilla, los Animals y otros legendarios grupos a los que ha aportado su virtuosismo, había fallado, pero Charlie había conseguido paliarlo a medias con sus gritos de ánimo, y del todo con una joya de solo, sabedor de que el fervor colectivo era necesario para lo que venía: Tocata y Fuga en Re Menor (565) de J.S.Bach, una pieza tan difícil como sobrecogedora, al menos para los aficionados al barroco de principios del S.XVIII, donde Martin demuestra que hace lo que de la gana con un teclado y con su vida, así que no digamos nada de lo que hace con su pelo y su ropa. La ovación que no se produjo tenía que ser antes, porque ahora encadenarían con lo que esperaba una mayoría, la rememoración de aquel momento de espiritualidad, ya sea mística o etílica, con los Beatles viajando a La India y los Stones experimentando con instrumentos de aquel lugar. La primera canción de la historia que podría clasificarse como «Heavy Metal» y que el destino no quiso que tocaran en Woodstock. Una grabación que no era más que una prueba de sonido con el ingeniero Don Casale mientras esperaban por el productor, Jim Hilton, en NY.

De la misma forma casi caótica pero sin tanto alcohol, con solo una pocas cervezas, los Iron Butterfly tocaron la legendaria canción anoche en Tenerife. El solo de batería que en el disco dura dos minutos y medio, anoche se prolongó mucho más, como queriendo hacer cierta la leyenda, tiempo suficiente para que los otros tres componentes abandonaran el escenario. Martin fue el primero en volver al escenario y también prolongó su solo de órgano que sigue al de batería, como para que Lee no tuviera que darse prisa en volver. Luego volvió Charlie, dando aún más tiempo a Lee. Y ya los cuatro en el escenario y cuando la canción había durado 8 minutos más que en el disco, se despidieron, esta vez sí, con una ovación unánime, que no fue la única, porque un solo de Charlie en el que se fue al centro de la sala arropado por el público que le hizo un corro, también fue agradecido. Y sobre todo, el más emotivo, el que una hora después de terminado el concierto le obsequiamos a Lee mientras abandonaba el edificio.

Iron Butterfly cumplirá los 50 años de vida en 2016, nuestros mejores deseos, larga vida a todos ellos.
P.D. Iron Butterfly actuó al día siguiente, viernes 24 de febrero de 2012, en el Teatro Felo Monzón de Las Palmas de Gran Canaria. Esteban C.T. estuvo allí y tomó fotos de las que seleccionó las siguientes:

 

 

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