Gil Scott-Heron, grandísimo músico y poeta, fue junto a Bob Dylan, el que introdujo la denuncia social, pensamiento crítico y política en la música negra, Dylan en el Rock y Heron en el germen del Rap.
Gil Scott-Heron, auténtico símbolo para la cultura afro americana e universal de nuestra reciente cultura musical, fallecía el pasado año a los 62 años de edad en la ciudad de Nueva York tras dos largas décadas enfermo de SIDA.
El próximo domingo 27 de mayo de 2012 rendimos tributo a uno de los músicos más grandes, un músico que gemía por la libertad de los hombres y mujeres para determinar sus destinos, con sus letras llenas de furia y rabia, amparadas en el Blues, siempre el Blues, ese lamento de muchos prisioneros que viven en un gran pantano llamado planeta Tierra.
Precursor y padrino del Rap, liberador de palabras con recitados rítmicos que había aprendido escuchando a los Last Poets, los abuelos del Hip-Hop. Con gran voz que tenía ese tono melodioso que te asaba por dentro con ese Soul airado y Jazz gubernativo para aquellos que el sistema había despedazado, como los drogadictos y aquellos hombres destruidos en las cárceles.
Lanzó la famosa consigna de que La Revolución no será televisada (The Revolution will not be Televised), alegato y defensa contra la superficialidad del mundo y la memez del glamour que todo lo invade.
Durante los años ochenta y noventa se enganchó al crack y lo terminó por romper, llevándolo a la cárcel como en sus canciones, asiduo de Europa durante sus últimos jadeos, se le vio el pasado año en Barcelona y Madrid.
Sin duda Gil Scott es uno de los personajes que más nos ha infludio no solamente por su enorme talento musical que ha dejado una significativa huella en generaciones de músicos de todo pelaje, también por algo mucho más importante, su enorme valor humano supo retratar como nadie la discriminación, la pobreza y la marginalidad a la que la comunidad afroamericana se veía sometida en los barrios de las ciudades en los EE.UU., cronista de la realidad desde los primeros 70’s hasta su muerte, poeta de crudas palabras y suaves melodías.
¡¡¡No apagues aún la tele, tú puedes ser parte de que la Revolución sea televisada!!!
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