La ciudad de San Cristóbal de La Laguna, la isla de Tenerife y todo el archipiélago de Canarias, volvió a vibrar con el Reggae y un nuevo festival denominado Aguere Reggae, en el que el sueño de muchas personas implicadas en este género musical con tantos adeptos en la isla, hicieron posible que un aluvión de 1.500 esclavos y amantes del Reggae, se acercara hasta la Plaza del Cristo para llenarla hasta la bandera del Babylon Lagunera.
El cartel del Aguere Reggae era realmente espectacular y cumplió con las expectativas, llegando incluso a desbordar las previsiones en el broche final fin de fiesta celebrado en el Aguere Espacio Cultural con Jah Ras The Uprising Roots Warrior y la propia estrella del cartel del festival, el jamaicano Earl Sixteen, con un recinto absolutamente a rebosar y con muchísima gente en el exterior del mismo.
La ciudad de La Laguna, declarada Patrimonio de la Humanidad, amanecía totalmente cubierta de nubes y lluvia el sábado 27 de octubre para recibir al Aguere Reggae festival, proponiendo desde muy temprano una jornada cultural dedicada a la cultura Reggae, charlas, exhibiciones, cursos y música desde las diez de la mañana hasta las cinco de la tarde: Albergue Comarcal Valle Colino, Alba Borges, Asociación Amanece Chinec, Federación Asociaciones Cannábicas de Canarias/Rincón de la Cosa Buena, The Conqueror of Dub, Esteban Pérez, DJ Arrocín (Riceland Records) y Lava Sound.
Continuaban cayendo gotas calientes por la tarde sobre la Plaza del Cristo, donde una gran carpa cubría el escenario provisto de buena iluminación y una gran pantalla LED que mostraba grafismos alusivos a cada artista que se subía en ese momento a las tablas del Aguere Reggae, como Dadda Wanche apoyado por Lava Sound.
De repente, cesaron la lluvias, justo antes de la elegante y buena actuación de Dactah Chando, con un recinto abarrotándose de público, que seguía completando el aforo de la Plaza del Cristo. Una cola interminable en la entrada que accedía sin demoras, auguraba una gran noche.
Dactah Chando paró en seco esa gran tormenta que cubría la encapotada isla de Tenerife, con una selección de canciones de su disco «Clara», en forma de tormenta y esperanza a cuchillo de agua de esas gotas de lluvia que habían caído durante todo el día. Datach Chando demostró tablas pese a no tener una banda a sus espaldas en su actuación, además fue un elegante anfitrión al recibir en el escenario a Ruth Barreto de La Isla Music, grandes los dos, y gran actuación de Dactah Chando.
Llegaba el momento de El Veneno Crew, donde el Hip Hop y el Reggae se daban la mano de nuevo para luchar contra el conformismo y el caciquismo reinante, hermandad de rastas, Mc’s, Dj’s, animales venenosos muy rabiosos y nocivos, Dancehall y Hip Hop que hicieron temblar al público durante cada segundo con un volumen que daba miedo, sobre todo los bajos provenientes de los grandes amplificadores, pequeño nubarrón técnico que impedía correctamente escuchar las letras de sus inmortales “Fuego”, “Mejor no esperes nada” o “Hijo del sol y la Luna”.
Tras el torbellino venenoso de El Veneno Crew fue el turno de Pachumba, muy grandes en el escenario del Aguere Reggae a pesar de su corta actuación de apenas unos veinte minutos. Si se lo proponen, pueden estar codeándose con las mejores bandas nacionales en cualquier rincón del planeta.
Con Pachumba es imposible no seguir su ritmo con tus pies y torso, energía infernal, disparados como una bala, con un Isaiah, un Jaime, un Yeray y un Diego realmente extraordinarios, sin desmerecer al resto de componentes, que lo bordaron.
La Luna se colocaba justo encima de nosotros cuando Javadub, a modo de speaker, nos enseñaba un cartel anunciando que el festival había vendido y liquidado 1.500 entradas, ¡éxito total! Aquella lluvia por la tarde se había convertido ya en metáfora, y la verdadera tormenta estaba por llegar, no era Sandy, se llama Earl Sixteen y ¡estaba en el escenario!
Las pantallas LED comenzaban a echar humo con imágenes de Earl 16 en aquella época de los estudios Studio One de Sir Coxson Dodd, la Motown del Reggae como algunos la denominan, y sí Earl Sixteentiene ese regusto y deje a Marvin Gaye o Al Green con toques Soul a lo Toots & The Maytals dentro de la coctelera Reggae del jamaicano, todo muy bien agitado.
Espíritu alegre, desatado e interactivo con el público. Earl Sixteen interpretó canciones de su propia siega, combinándolas con grandes clásicos de Tuff Gong aka Bob Marley y versiones como «Man Next Door», también conocida como «Quiet Place» y «I’ve Got to Get Away», originalmente compuesta en 1967 por el cantante jamaicano de reggae nacido en 1947, John Holt junto con The Paragons, publicada en 1968 y cuya versión más conocida es la que hacen los miembros de The Cure: Robert Smith, Michael Dempsey y Lawrence Tolhurst, y se publica en el tercer álbum de Massive Attack, Mezzanine de 1998, donde la interpreta el legendario cantante jamaicano de reggae y devoto rastafari, Horace Andy.
El espectáculo del natty dread Earl Sixteen fue en increscendo con unos Pachumba haciendo un gran trabajo de apoyo, el jamaicano corregía alguna entrada de Pachumba al igual que disparaba palabras de amor y aliento a los presentes en la Babylon festiva, narices agotadas de tanto humo, pero todos suspirando para que aquello continuase, a pesar de que Earl Sixteen se marchaba y regresaba continuadas varias veces al escenario.
Un final de concierto realmente electrizante por parte de Earl Sixteen y Pachumba, las tres últimas canciones, memorables, en la «obeah» del Aguere Reggae.
El agua caida durante todo el día empezaba a cubrir nuestros tobillos de color verde, negro y amarillo, colores que simbolizan la fuerza y creatividad del pueblo jamaicano, el amarillo la luz del sol y la riqueza natural del país, el verde representa la esperanza en el futuro y el negro la fuerza.
Enhorabuena a los organizadores del Aguere Reggae, músicos y público asistente.
Si quieres ver más fotos del festival Aguere Reggae no dudes en visitar nuestro álbum de fotos en Dirty Rock Facebook.