«La revolución no será televisada, la revolución no se postulará otra vez, la revolución será en vivo».
Se cumplen dos años de la muerte de un grandísimo compositor, Gil Scott-Heron, que fallecía tal día como hoy, un 27 de mayo de 2011 a los 62 años de edad, calificado como el padre y precursor del Rap, sus canciones son auténticas declaraciones de libertad, lucha social y desafio frontal ante las grandes corporaciones, su canción «The Revolution Will not be Televised», es un contudente alarido de libertad atemporal y global.
Gil Scott-Heron como Bob Dylan, incluyó el raciocinio y la reflexión en sus canciones, dentro de la lucha afroamericana en los años setenta contra muchas injusticias del capitalismo, pura poesia y lirica y el Blues siempre de fondo, además de su enfermiza lucha contra superficialidad del mundo y la memez del glamour que todo lo invade.
Gil Scott-Heron cautivo del sistema y prisionero de las reglas, suspiraba por la libertad de las gentes para definir sus destinos, utilizando el Blues como los antiguos esclavos del Delta para lamentarse de que vivimos como prisioneros en un gran lodazal llamado planeta tierra.
Gil Scott-Heron, aprendió de los abuelos del Hip-Hop, los Last Poets, esa evasión de palabras en tono armónico y que literalmente te quemaba por dentro con ese Soul furioso y Jazz gubernativo para todo aquel que el sistema había descuartizado, como los hombres destruidos en la cárceles o drogadictos.
Frecho Álvarez presenta una sesión de canciones como tributo a Gil Scott-Heron.
Gil Scott-Heron y su música serán inmortales, sus novelas, su aprendizaje en muhcos ghettos del Nueva York más oscuro y sus calles infectadas de tanta genialidad, Pieces Of A Man, su primera colaboración con Brian Jackson, le dio su primera imagen de revolucionario, esa obra maestra llamada «I Think I’ll Call It Morning», su segundo ábum Free Will, su metáfora sobre la crisis social que vivía Estados Unidos con el la crisis petrolífera, el Watergate y otras tantas circunstancias en «Winter in America», y su famosa canción «The Bottle», fábula sobre el deterioro físico y mental del pueblo a través del alcohol y las drogas.
Gil Scott-Heron era arrestado por primera vez en el 2001 por posesión de drogas y condenado a tres años de prisión en New York, dos años más tarde fue puesto en libertad condicional y en 2006 volvió a ser condenado de 2 a 4 años hasta su libertad en el 2009, y fue en aquella época cuando se hizo público su enfermedad de contagio del virus VIH.
Su álbum póstumo «I’m New Here» (2010), visión reflexiva de Gil Scott-Heron, la vida y sus demonios más oscuros, un álbum realmente sobrecogedor y reflexivo con canciones como «Me and the Devil» versionando a Robert Johnson o «New York Is Killing Me».
«La revolución no ocurrirá inmediatamente después de una noticia, Sobre un tornado blanco, un relámpago blanco o un hombre blanco, No tendrás que preocuparte por una paloma en tu habitación, ni por un tigre en tu maletero, ni por un gigante en la taza de tu inodoro. La revolución no te hará mejor con Coke, la revolución no luchará contra los gérmenes que podrían causar mal aliento, la revolución te pondrá en el asiento del conductor».