Lou Donaldson y Gregory Porter abrieron fuego en Tenerife en la vigésimo segunda edición del Festival Internacional Canarias Jazz & Más, un crepúsculo de nigromancia a modo de Blues, Funk, Gospel y Soul, orientado hacia el Jazz el primer día de conciertos en la isla de Tenerife el jueves 17 de julio de 2013.
Lou Donaldson pletórico, uno de los grandes saxofonistas de acompañamiento del último siglo, con casi ochenta y siete años, y un vibrante Gregory Porter a lo Bill Withers realmente magnífico con ese Jazz sedoso y catequista, incorporando Soul y Gospel spoken word.
Lo de Lou Donaldson fue de órdago, un comienzo trepidante, con un saxofón estratosférico, guitarra y Hammond B3 manteniendo un ritmo imparable, entre canción y canción «Give me the money, you know what I mean?, No Fusion, no confusion» (Quiero mi dinero, ¿sabes lo que quiero decir?, sin fusión no hay confusión), y eso que teníamos ante todos nosotros a un técnico de sonido realmente nefasto e inexplicable con ambas formaciones, quejándose éstos del mal sonido.
El Hammond B3 que tocaba Akiko Tsuruga con Lou Donaldson como el piano de cola que tocaba Chip Crawford con Gregory Porter, apenas tenían protagonismo o se percibía, al igual que la guitarra de Randy Johnston de Lou Donaldson, descompensando el sonido toda la noche y privándonos de una velada realmente perfecta.
Randy Johnston a la guitarra y los japoneses Akiko Tsuruga al órgano y Fukushi Tainaka a la batería, éste último de otro planeta, estuvieron realmente espléndidos con un Lou Donaldson interpretándo clásicos de Blues, Funk y Jazz propios, como el Alligator Bogaloo, Blues Walk, un homenaje a su amigo Louis Armstrong What a wonderful world y el Blues Whiskey Drinking Woman, interpretándola con su voz totalmente resquebrajada.
Gregory Porter dirigiendo a una banda de cuatro músicos, e interpretando su explosiva mezcla de Jazz y Soul con trazas Gospel muy vigoroso, aportando más profundidad a su sonido y voz, a pesar de que calor estuviese haciendo de las suyas en una sala de Cámara del Auditorio de Tenerife prácticamente lleno.
Gregory Porter se ganaba la admiración del público canción tras canción de sus dos álbumes Water (2010) y Be Good (2012), luminoso en «1960 What?», «Be Good», «Spirit Liquid» y «Real Good Hands», epitafio final de una noche en la que estábamos en buenas manos, en las de Lou Donaldson y Gregory Porter, y no en las de éste técnico de sonido, a la que el público no le da vital importancia, pero es imprescindible para que la magia consiga atraparte.
Fotos y vídeos de Carlos Pérez Báez. Dirty Rock magazine ©.
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