«I did my best, it wasn’t much, I couldn’t feel, so I tried to touch, I’ve told the truth, I didn’t come to fool you. And even though, It all went wrong, I’ll stand before the lord of song, With nothing on my tongue but Hallelujah!!»
Leonard Cohen, el Kafka del Blues, cantautor candiense, poeta y novelista, Premio Principe de Asturias de la letras 2011 y galardonado recientemente junto a Chuck Berry con el premio “PEN New England Awards for Song Lyrics of Literary Excellence” (2012), un premio que se entrega como reconocimiento a la composición y autoría de canciones y melodías que han perdurado a lo largo de la historia y han revolucionado e influenciado generaciones futuras, celebra hoy 21 de septiembre su aniversario de nacimiento.
Leonard Cohen apoya su lirismo en la tristeza y la depresión, su voz, grave y monótona, unida a unas letras que hablan, principalmente, de las relaciones de pareja, la religión o el fascismo, irradian tristeza, propio por su devoción a Federico García Lorca y por estudios de las enseñanzas del Rinzai Roku.
Pero, por otro lado, también transmiten romanticismo y un cierto toque de cinismo y sarcasmo, su último disco de diez nuevas y maravillosas canciones en «Old ideas» (2012), demuestra que la luz de sus musas anda lejos de agotarse, aquel disco, primero del autor en ocho años se convirtiría en uno de los mejores del año pasado, es una auténtica oda y obelisco al Blues más placentero.
Leonard Cohen de origen judío fue capaz de triunfar en la generación Woodstock en los años sesenta, místico y refugiado en sus versos, A mil besos de profundidad, como cuando se refugió en la isla griega de Hydra a comienzos de los años sesenta, para luego abrirse a base de versos susurrados y una guitarra entre los decibelios de Jimi Hendrix o The Doors, o de competir con Bob Dylan en ser referente espiritual y filosófico, o de simplemnte destilar el lenguaje para encerrar en unos versos aquello para lo que otros necesitamos retórica sin sentido, a todo ésto le puso música.
Leonard Cohen hasta 1966, fue un bohemio intelectual melancólico que triunfaba con sus libros de poesía y sus novelas como «The Spice Box of Earth» y «Beautiful Losers» y de ahí recorrer el mundo.
«Take This Waltz», una de sus canciones más reconocibles es una adaptación del poema «Pequeño vals vienés» de Federico Garcia Lorca, al que Leonard Cohen admira profundamente, su hija se llama Lorca en honor al poeta granadino.
Famous Blue Raincoat, Coming Back To You, Light As The Breeze, Chelsea Hotel n.2, Suzanne,The Ballad Of The Absent Mare, I’m Your man, So Far For Beauty, A Thousand Kisses Deep, Going Home, So Long Marianne o su himno, Hallelujah, son algunas de sus gemas.
Leonard Cohen es un genio por las letras de sus canciones y está en lo más alto de la música, durante y después de cuarenta años escribiendo y cantando, envolviendo el mensaje y clavándolo en el recuerdo, para amplificar el sentido de lo escrito, ofreciéndole otro valor, sin la música, sus letras lo son menos, pero sus letras también dan sentido a su música, la llenan de mensaje y la completan, el tiempo y la experiencia han depurado sus canciones,y han sacado lo mejor de ellas.
Judy Collins, una cantante folk de éxito entonces, incluyó una canción de Leonard Cohen en su repertorio y en su siguiente disco, presentando al planeta a Leonard Cohen. Aquella canción era «Suzanne». Poco después, en 1967, convencido por Collins, Cohen se subía por primera vez a un escenario y tocaba en Newport y en Nueva York. El resto de la historia.
«I did my best, it wasn’t much, I couldn’t feel, so I tried to touch, I’ve told the truth, I didn’t come to fool you. And even though, It all went wrong, I’ll stand before the lord of song, With nothing on my tongue but Hallelujah!!»
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