NORTH MISSISSIPPI ALLSTARS anegó la Sala Caracol de Madrid del mejor blues-rock desde una perspectiva distinta, incluso llegando a sorprender.
Aunque entré comenzada la actuación del que precedía a los North Mississippi pude presenciar unos tres temas del bajista de la banda en cuestión.
Lightnin Malcolm en esta ocasión dejó descansar el bajo, se agarró una guitarra, una pequeña batería y el solito divirtió al personal a ritmos con una evidente base de blues, desgranó temas de su trabajo «Rough Out There».
Los temas que presencié fueron amenos y captaron la atención de la congregada sala. Se le vio muy sonriente y no es para menos, el público disfrutó con su música y ansiaba la presencia del trío protagonista de la noche.
Lightnin Malcolm hizo doblete ya que tras la presentación de su disco, nuevamente, se le vio encima del escenario, esta vez con el bajo, junto a los hermanos Dickinson , Cody a la batería, teclados, tabla… y el que fuese guitarra de Black Crowes, Willy Deville… Luter, que se encarga de mostrar su destreza a las seis cuerdas y pone la voz en los temas.
El trío de Mississippi despertó gran interés entre el público madrileño, la sala estaba hasta arriba, pocas entradas se quedaron sin vender, un público en el que había bastante variedad de edades pero si hubiese que sacar una media, de los cuarenta no bajaba.
North Mississippi son una auténtica caja de sorpresas y sus directos no dejan indiferente a nadie. Celebraban la publicación de su séptimo disco en estudio «World Boogie is Coming« y arrolló, su peculiar forma de entender el rock´n´blues en directo les lleva a situaciones totalmente insólitas.
Con el trío encima de la tarima arrancaron con una intro compuesta de bombo, batería y bajo, una vez dado el pistoletazo de salida todo fue un ir y venir por los sonidos más añejos del Delta y el Soul sureño ajustándolos a una puesta en escena en la que los temas cobran vida por sí solos a través del ingenio de sus componentes.
En esta ocasión no sacó el «lowebow», peculiar instrumento de cuerda cuyo resonador es una caja de puros, lo que sí saco fue algo similar con una lata.
El intercambio constante de instrumentos durante todo el concierto pone de manifiesto que nos encontramos ante un trío de multiinstrumentistas de gran calidad asumiendo su responsabilidad en cada momento.
Una vez más se reafirma que, en formato trío tiene que haber una gran compenetración y lograr que ningún instrumento quede por debajo de otro, se dio el caso.
El concierto fue una gran fiesta y en la recta final aún seguían las sorpresas los tres músicos en una actitud de jolgorio se colgaron unos bombos y se bajaron entre el público a tocar como si de una batucada se tratase, para culminar la velada dos guitarras, bajo-batería nos deleitaron con una excelente versión instrumental del más clásico rock sureño.
Entrañable actuación la que ofrecieron creando un gran ambiente festivo, no dejándose llevar por clasicismos y resaltar que la innovación está presente en todos sus temas. Se ve que estos chicos han aprendido bien la lección de los viejos maestros.