La cita fue el 4 de Octubre a las 21,00 horas en el Joy Eslava. Decidí acudir al concierto con bastante antelación, ya que sabía que todo el papel estaba vendido. Así que, dos horas y media antes del comienzo, y sabiendo que con Freedonia no vas a tener más remedio que ponerte a mover los pies como un poseso, me puse aquellos zapatos grises, algo usados y viejos pero tremendamente cómodos, y me dirigí a la calle Arenal.
Siguiendo una estela cada vez mas escasa, Freedonia se atreve en estos tiempos de creciente electrónica a bucear en un género musical que, como su nombre indica, tiene ese aura mística que impregna a aquellos oídos cultivados de una magia indescriptible, algo que no se sabe muy bien que es, pero se siente, te llega al ALMA (soul)
Freedonia: «Begging You»
Con una voz que te eriza los pelos del brazo, y probablemente los de todas las partes de tu cuerpo, unos riffs de bajo que te recorren la espalda en un sutil pero contundente cosquilleo, unos arreglos de guitarra muy elaborados y unos vientos acompañados de una gran percusión que hacen que comiences a cabalgar en unas ondas musicales que te atrapan y te mantienen en su poder hasta que se baja el telón.
Freedonia: «Heaven Bells»
Un concierto con memorables momentos, como la interpretación del clásico popularizado por Nina Simone y saboreado por The Animals, “Don’t let me be misunderstood”, y que Freedonia reinterpreta de maravilla. O ese momento especial en el que manda su éxito “Heaven Bells”
Freedonia:“Don’t let me be misunderstood”
Al final, uno saca una conclusión clara tras ver a esta banda: Freedonia hace Soul, pero no uno cualquiera, sino aquel que no estamos acostumbrados a escuchar hoy en día, el auténtico Soul que respeta el término impuesto al género musical. Ya desde el comienzo, 11 músicos sobre el escenario elaborando una “obertura”, sin la cantante aún, te adelantan lo que vas a presenciar/disfrutar durante aproximadamente dos horas, que podrían haberse extendido y nadie hubiera puesto queja alguna.
Tras la aparición de Maika Sitte (cantante) no hay respiro. Todo sube y, por suerte para los presentes, no bajará hasta que el último músico haya abandonado el escenario por esa noche. Freedonia es un gran complemento para los nostálgicos del Soul que están cansados de repetir sus clásicos de Al Green, Marvin Gaye o la mismísima Aretha Franklin. Un rayo de luz que respeta y ejecuta el Soul como debería hacerse, con fidelidad y sentimiento.
Vídeos: Canal de You Tube de Caticaver
Fotos: Fernando Hevia (https://www.fernandohevia.org/)
Jaime Massieu (https://www.jaimemassieu.com/)
Entrevista realizada por Amos José García Rojas.