Javier Krawietz volvió a ponernos los pelos de punta anoche, viernes 20 de diciembre de 2013, en el salón de la Asociación Cultural Equipo PARA, con un setlist inédito y de caras B que remontó hasta 2008 y complementó al que ofreció hace dos semanas, el sábado 7 de diciembre, en el Keroxen, donde obtuvo uno de los mayores éxitos que se recuerdan de las cinco ediciones que hasta la fecha ha celebrado ese festival de las artes.
Desde el pop más oscuro hasta el rock más directo, el repertorio de Javier Krawietz es inmenso en todos los aspectos, como son los elementos que domina y con los que juega constantemente, sin permitir al espectador ni un segundo de desinterés, al que atrapa en un mundo de profunda emoción y con mucho groove, muy placentero. Pocos artistas en el mundo son capaces de tal logro; algunos lo consiguen en bastantes de sus canciones, otros en alguna canción, y otros simplemente van de otro rollo más en plan físico, o humorístico, o intelectual, o político.
J. Krawietz tras poner patas arriba la última jornada del Keroxen13 en Santa Cruz de Tenerife con su soberbia actuación, llegaba a una pequeña sala como es el Generador el pasado viernes 20 de diciembre de 2013 para ofrecernos otro derroche de clase, talento, magia, alegría y optimismo.
Javier Krawietz compone, arregla y produce todos sus temas, un «one man band» (OMB) en toda regla en directo, poseedor de un sorprendete talento innato para los registros vocales que salen desde su «corazón negro» y sucio, de ahí su amor por el Blues.
J. Krawietz con mucha sustancia y diversión en directo, se dejó la piel trotando por el Rock Industrial, Dark Wave, Pop Electrónico, y sus sucias miradas hacia el Blues y el Rock fabril: quizás Krawietz tiene alguna idea hacia donde va, pero tiene muy claro de donde viene.