Lemmy Kilmister cumple hoy 68 años, el líder de Motörhead, Hawkwind, su banda Prog cósmica previa a Motörhead y sus maravillosa banda de Rockabilly The Head Cat, junto a Slim Jim Phantom y Danny B. Harvey, es uno de esos personajes del Rock con marca propia, ludópata, perdedor, gran amante del poker y el Blues siempre guiado por su bajo Rickenbacker saturadísimo, lo convierte en Metal austero, cruze entre Rock duro y Punk veloz, la marca y sello de Motörhead, que le ha servido para atravesartres décadas desde el surgimiento del nombre en 1975.
Lemmy a sus 68 años con esa voz de whisky y tabaco, se ha convertido casi en un personaje de novela negra, nunca fue un artista con pretensiones o ganas de romper moldes, solamente quiere tocar y vivir según las normas del Rock & Roll, nada más, es de esos tipos que llevan en su rostro y su voz las marcas de miles de horas de vuelo, un tipo auténtico, excesos a mansalva, días enteros sin dormir, sexo, drogas y Rock and Roll, ver y escuchar a Motörhead en directo es de las cosas que mejor te pueden pasar en la vida.
Lemmy nunca quiso seguir corrientes en su música ni imponer una nueva, sus sacramentos Rock & Roll de mala leche y todo pistón durante casi cuarenta años, veintiún discos con Motörhead, incluyendo su último «Aftershock» publicado el pasado septiembre.
Lemmy Kilmister anunció recientemente que tiene preparado un disco en solitario junto a Reverend Horton Heat, Joan Jett, Dave Grohl (Foo Fighters), The Damned y Skew Siskin, el disco podría llamarse «False Teeth for the Deaf», álbum del coleccionista de ornamenta y objetos alusivos al nazismo. Temas como Mean Machine, Iron Fist, Speedfreak, The Hammer, Jailbait, Hellraiser, Capricorn, Bomber, (We Are) The Roadcrew, Too Late Too Late, Metropolis, Motörhead, Name In Vain, Overkill, Stay Clean, Orgasmatron, The Chase is Better than the Catch, Love Me like a Reptile, No Class, Damage Case o Ace of Spades son auténticos himnos.
Lemmy junto a Ozzy Osbourne, dos de los dioses indestructibles del Rock, son idolatrados en su lugar de residencia, la ciudad de Los Angeles, dos leyendas monolíticas e irremplazables, te los puedes encontrar en cualquier lugar de la ciudad tomándose una botella de Jack Daniels o del magnífico Maker’s Mark o jugando con una máquina tragaperras, sobre todo si te pasas por el Rainbow Bar & Grill en Sunset Strip, Los Angeles, como me ocurrió una vez, la misma avenida que inventó al glam metal de los años 80.
Metallica y otras tantas bandas como Megadeth, V 8 o Hermética, lo han dicho una y mil veces, que su rabia y energía provenía de Lemmy y Motörhead, quizás, sin Motörhead el metal duro no estaría tan activo durante los últimos treinta años fruto quizá de las toneladas de anfetas que Kilmister se tragó.
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