JOHN MAYALL , el abuelo del blues , celebra su 80 cumpleaños y de qué mejor manera que haciendo una gira por nuestro país. La pasada noche del 4 de Marzo le tocaba el turno a Madrid. Una vez más, el escenario del Teatro Lara fue el lugar escogido por los organizadores del ciclo «Leyendas con Estrella 2014» para recobrar la figura de legendarios artistas que han marcado una época.
El embajador del blues británico recibió una envidiable respuesta del público madrileño, una antesala repleta de gente impaciente por que abrieran las puertas para ver a una de las figuras más representativas del blues de los últimos tiempos. La hora de inicio se retrasó debido a la firma de ejemplares que el sr. Mayall brindó a todos los que se acercaron.
De una forma sencilla aparecía la gran leyenda del blues blanco y sus compañeros para hacer un insignificante repaso a su extensa carrera que comenzó en 1966 hasta nuestros días, imposible elaborar un set list de algo más de hora y media sin dejarse ningún clásico. John Mayall que se resiste a colgar los hábitos pone de manifiesto que está en el mundo de la música por mero placer, porque es su vida, porque el día que deje de subirse a un escenario será por motivos mayores, de esta manera si hay algo que colgarse es su guitarra que en esta ocasión no titubeó y recalcó, una vez más, sus buenas condiciones tanto en la armónica, como en los teclados o en las seis cuerdas.
Todos los temas tuvieron su encanto, por citar algunos de los más representativos «Help Me», «All Your Love» recordando a Sonny Boy Williamson, Otis Rush y Willie Dixon hicieron memoria musical aportando esa parte sensitiva de la que tiene que estar agradecido por sus influencias.
Si hay algo ha destacar en la trayectoria de Mayall, a parte del gran esfuerzo de este hombre por renovación, es de los buenos músicos que le han acompañado, por sus filas han pasado gente de la talla de Eric Clapton, Peter Green…y en esta ocasión pudimos comprobar que el británico continua en su línea. En sus filas se encuentra al bajo Greg Rzab que mostró un dominio total del instrumento rítmico aclamado por todo el graderío en uno de sus solos, el poderoso Jay Davenport a la batería conducía el compás y Rocky Athas hacía de las suyas con las seis cuerdas, llegando a la conversación entre instrumentos, todo un elenco de auténticos maestros musicales que el público supo reconocer en todo momento.
El prolongado «California» dio pie a que todos los músicos se recrearan con sus respectivas herramientas y dar por finalizado un concierto que con todo el personal en pie y coreando no tuvieron más remedio que salir y brindar a un respetado público el movido «Room to Move».
Esperamos volver encima de los escenarios a este genio de la música , su avanzada edad no es motivo para abandonar. LOS VIEJOS ROCKEROS NUNCA MUEREN.