Radio Moscow presentaban en una gira por nuestro país lo que es su último trabajo «Magical Dirt» durante cuatro fechas. El segundo día, 22 de Mayo, le tocaba el turno a Madrid con un alto interés por parte del público que llenó la sala Copérnico con una particularidad, la gran variedad de edades entre los que destacaban jóvenes veinteañeros, me llamó la atención sobre todo en este tipo de música. Nos perdimos el grupo predecesor por motivos laborales y llegamos a presenciar al trío estadounidense haciendo todo lo posible por llegar a las primeras filas.
Arrancaron la velada con «Broke Down» de su segundo disco para dar comienzo a la presentación de su último trabajo, quinto en su discografía, con «Death of a Queen». El vocalista guitarrista y fundador del grupo Parker Griggs asumió su papel tal como era de esperar, su timbre de voz se adecua a la musicalidad del grupo, el cual, proporciona la aparición de los tremendos solos de guitarra que se marca.
Sus compañeros Anthony Meier al bajo y Paul Marrone tampoco se quedan atrás y juntos crean un trazado melódico lleno de vitalidad con acertados cambios de ritmo puestos en la práctica con una profesionalidad que más de muchos grupos quisieran.
«Before It Burns», «These Days» o «No Good», entre otros, eran los protagonistas para que las primeras filas se volcaran con el grupo de una forma frenética creando avalanchas, a veces desproporcionadas, «juventud divino tesoro».
Bien es cierto que el grupo en directo suena mucho más contundente gracias a una pesada base rítmica muy propia del stoner rock obstruyendo el paso a la psicodelia de los solos de guitarra y ofrecen un sonido que a veces pierde el reflejo de sus discos marcados por el blues rock. Sobresaliente la impactante pegada del batería, que bueno, lo mejorcito de la noche!!
De esta forma constituyen un power trío a la antigua usanza invocando sonidos setenteros que me trajeron a la memoria una mezcla de los primeros Black Sabbath con Blue Cheer. Su paso por Madrid fue de lo más impactante calando en el público y llevándose un buen sabor de boca para estar al día siguiente en Bilbao.