El pasado 24 de octubre de 2014 tuvo lugar la puesta en marcha de la nueva edición del festival Keroxen. En esta ocasión se desarrollará durante todos los viernes hasta el 5 de diciembre de 2014 en el habitual y peculiarísmo Espacio Cultural El Tanque de Santa Cruz de Tenerife.
Acudir al Keroxen siempre es un reto inquietante y estimulante. En esta jornada de apertura el festival mostró sus intenciones acudiendo a recursos ya probados en ediciones anteriores, aportando una vuelta de tuerca más, un paso adelante; una más que esperada renovación de la oferta en el escenario cultural de la isla.
El evento comenzó con la inspiradísima intervención del Supreme Sax Ensemble ejecutando una pieza creada para la ocasión por músico lanzaroteño Samuel Aguilar. Siete saxofonistas, el espacio y la peculiar acústica desarrollando juegos sonoros muy estimulantes; una introducción a lo alternativo y experimental desde la ejecución clásica.
A continuación, la agitación verbal del Equipo Para y los poemas y textos seleccionados en esta edición del festival por Gonzalo Prieto, apoyados por la labor musical de Estratega Pencherjevsky supusieron otra instancia del mismo concepto, par de fuerzas compuesto por lo nuevo y lo clásicop, el sintetizador y la palababra, la música y el texto transgresor. Resultó muy excitante escuchar los poemas, la múscia notar y palpar el cuasi surrealismo inducido del momento.
El siguiente artista en intervenir fue la esperadísima Carla Bozulich. Cubriendo todas las espectativas, desde su aparicion en el suelo del set de escenario hasta planear por encima de los asistentes con su voz nítida y su actitud poderosa, alzada sobre sus zapatos celestes y en las guitarras navajas, percusuiones, violín, bajo y hasta un serrucho y arco. Interactuando con el público y desarrollando el espectáculo más alla de los límites formales del auditorio. Un referente de la música independiente, con tablas, con un espectáculo serio y contundente, sin divismos aún ante algún incidente técnico con los micros. Perfecto.
Por último, la sesión del DJ francés Débruit que terminó por agotar las energías que aún querdaban en el cuerpo. El público se terminó de entregar en una sesión sólida y muy agradable en uno de esos momentos, típicos ya, en los que el festival rompe las barreras y se integran artista y público, y pasandop éste a formar parte casi del proceso creativo.
En esta edición, las proyecciones visuales en la ya clásica pantalla de bidones, que han estado a cargo de Lasal, las estaciones o sets también de bidones y las piezas de artistas plásticos como Adelaida Arteaga Fierro y Rocío Galo, completan la oferta del festival.
En las próximas jornadas, Keroxen tendrá tiempo de msotrarnos cuál es la envergadura de lo propuesto para esta edición y si continúa por la misma senda y se consolida defnitivamente o se rreedita una vez más y hace un quiebro hacia nuevos planteamientos. Allí estaremos para comprobarlo.
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