Leon Russell se sumó a la larga lista de artistas que han pasado por el festival Leyendas con Estrella y como viene siendo habitual en el escenario del Teatro Lara de Madrid. Por primera vez, a sus setenta y dos años visitaba nuestro país el pasado 8 de Septiembre, era de esperar que un concierto de este artista y a estas alturas de su carrera la expectación fuese máxima y colgara el cartel de «no hay entradas». La incógnita en este tipo de actuaciones donde el artista tiene una edad considerable es ¿con que nos encontraremos?. Para empezar no hubo avisos ni minutos de cortesía, a todos nos pilló con la cerveza en la mano y a otros en plena calle, así que todos corriendo por las escaleras a ocupar nuestras butacas para presenciar al hombre de largas barbas y melenas blancas. Jack Wessel al bajo, Brand Holder a la batería y Beau Charron a la guitarra, mandolina y teclados respaldaban la figura que perfilaba estelas sobre su piano. Eso mismo era lo que nos hubiese gustado ver y oír un piano de cola, uno de verdad no con el que salió a cubrir su actuación en Madrid.
Primera parte de Rock´n´roll, blues con salsa americana eran los ingredientes con los que Leon Russell y su banda inauguraban su actuación mientras los más rezagados ocupaban sus asientos. Primera parte llena de ritmo con clásicos como «I´ve gor a Woman» de Ray Charles o «Come On My Kitchen» de Robert Johnson dejaban a Leon Russell solo ante el peligro simplemente con su voz y sus inseparables teclas. Sin dirigirse al público en ningún momento pudimos contemplar a un Russell en el que quiero y no puedo manifestaba su vejez, sobre todo en la voz porque a las teclas sigue teniendo esa sensibilidad que ha marcado grandes clásicos como «A Song For You».
El repertorio basado en temas propios y una selección de composiciones de otros artistas que han influido en la carrera del artista daban pie a la recta final de su paso por Madrid «Jumpin´ Jack Flash», «Papa Was a Rolling Stones», «Paint in Black» fueron parte del pequeño homenaje a los Stones, Dylan y Joe Hunter. Al final una fuerte ovación con el público en pie no fue suficiente para regalarnos otra melodía. Una actuación simplona, sin emociones, para cubrir su paso por Madrid que responde a la pregunta que formulé al principio.
Fotos por Ángel Manuel Hernández Montes.
