Tinariwen trajeron los sonidos del desierto desde una visión eléctrica en lo que es su última entrega discográfica «Emmaar» sin olvidar la esencia tradicional de la cultura tuareg despertando gran interés por parte del público madrileño en el festival 981Heritage SON Estrella Galicia. Con unos horarios inusuales para comenzar un concierto, las ocho y media, salieron al escenario uno de los grupos que mejor representan la anexión musical en el continente africano.
Tinariwen mostraron todo un colorido musical y visual el pasado 13 de Noviembre, ataviados con la vestimenta típica tuareg mostraron un rítmico y bailable repertorio en una sala donde no faltaron las camisetas y gritos en apoyo al pueblo saharaui. Fundamental en esta formación, que carecía de uno de sus principales líderes, el juego vocal y los coros bajo una poderosa sección rítmica, por otro lado, el juego de guitarras quedaba para una minoría que minuciosamente prestaba atención a los magníficos solos que incomodaban la escucha los exagerados gritos por parte de las primeras filas.
Tres guitarras con su respectiva voz se intercambiaban el cancionero para mostrar el lado más versátil del grupo, donde en una cuidadosa audición se podía percibir las refinadas melodías acariciando en determinadas circunstancias el jazz. La mayoría de la gente no estaba para esto, bailoteo, gritos típicos… y un dejarse llevar por el ritmo bastante homogéneo durante toda la actuación, estimo que este grupo tiene mucho que escuchar, más que dejarse llevar por la consonancia musical.
El eco de los coros persistente en todos los temas invitaba a subir a todas las féminas que gustasen echar un bailecito con la formación muy complacidos por tal respuesta. Algo escueto la duración del concierto ya que una hora y veinte se nos pasó en un santiamén. A las diez menos diez se despidieron, a este paso los horarios de los conciertos vendrá a ser a la hora del vermú.
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