Virgil & The Accelerators nos presentaron su tercer álbum «Army of the Three» en la madrileña sala We Rock junto a Vucaque. Poca gente se dio cita el pasado 20 de Noviembre y no creo que fuese por guardarle el luto a la difunta duquesa, el gran abanico de conciertos que ofrece la ciudad de Madrid hace que la gente se cuestione el ir a uno u otro. Este día fue uno de esos y algo más de medio centenar se declinaron por ver al trío británico. Abrieron los madrileños Vucaque y aunque no llegué al horario previsto pude presenciar parte de su repertorio. Renovados tras el cambio de cantante, siguen en la línea hard rock que bebe de la vieja guardia setentera y los aires zeppelianos se respiran por los cuatro costados. Agradecer el esfuerzo del guitarrista por aguantar el tipo con escayola aún así acentuó solventes solos de guitarra en un repertorio cargado de blues rock. La incorporación del nuevo cantante contribuye a dar un nuevo porte al grupo dentro de una joven banda que tiene mucho camino por andar y, bajo mi punto de vista, profundizar más en la elaboración de composiciones si quieren destacar en el panorama musical. La segunda fecha de Virgil & The Accelerators dentro de su extensa gira española le tocaba a Madrid que no fue benévolo con el trío de Birmingham.
Privilegio el estar presentes en la actuación de esta joven banda y sobre todo corroborar el porqué Virgil McMahon es considerado uno de los mejores guitarristas de blues rock del Reino Unido. Aquí hay grupo con mucha miga, un alentador chorro por mantener vivos los sonidos hard rock, blues a base de intensos y meticulosos solos de guitarra, melodías que entran a la primera, sentimiento a las seis cuerdas y si hay algo que no importa es la voz. Saben aprovechar el más mínimo resquicio para colar acordes de Eric Clapton, Stones o Allman Brothers y mantener una trayectoria sonora atrayente y eficiente. La esencia del grupo sin dudas es la guitarra de Virgil que manifiesta el resultado de todo el aprendizaje impregnado por las influencias de sus guitarristas predilectos. Lástima que Madrid no acudiese a la cita y dar el calor que este grupo merece, apuntan maneras para meterse entre los grandes y si no tiempo al tiempo.
