Fito & Fitipaldis recibieron el gran clamor de la peña salmantina colgando el cartel de «Localidades Agotadas» en una impaciente espera que rodeaba las inmediaciones del Multiusos Sanchez Paraíso. En ciertas ocasiones no está de más asistir a conciertos en otras ciudades y sobre todo si hay buena gente para disfrutar en buena compañía, al final todo se resolvió a base de una gran tarde noche de risas, cervezas y rock. Abrieron Los Zigarros, grupo valenciano que acompaña en esta gira al sr. Cabrales y los suyos, puntuales, a la hora prevista desgranaron su percepción rockera que emana tintes de los padres del rock patrio.
Desconocidos por muchos sonaron bien y gustaron a la gran mayoría, su puesta en escena no tiene desperdicio, rock and roll eficaz de los que entran a la primera y ni se cortan en aprovechar para animar al personal parte del «It´s a Long Way To The Top» de AC/DC. Los Zigarros a parte de codearse con grandes nombres desprenden vitalidad, sangre joven para el rock es lo que hace falta e ir renovando a las viejas glorias, que ha este paso nos toca ir a los conciertos a las residencias de ancianos. Un rotundo éxito está teniendo la gira presentación de su última entrega «Huyendo Conmigo de Mí» allá por donde pasa, le tocó el turno a Salamanca y no defraudó, claro que no, ni por parte del público ni por el grupo.
Tumbas con los nombres de anteriores giras anunciaba en una gran pantalla el inicio del concierto y ahí estaban los protagonistas de la noche dispuestos a no defraudar. No hizo falta mucho para que el público se entregase, un par de temas de trabajos anteriores hacían de preludio a los temas más recientes y ya está la máquina engrasada para agradar a todos los asistentes. Fito ha sabido relacionarse con grandes músicos y sacarle el máximo partido a las composiciones que han recalado en seguidores de cualquier índole musical, fórmula perfecta que simpatiza desde cincuentones hasta quinceañeros.
Excelente juego de luces y la proyección de vídeos amenizaban los temas dándole una acertada captación desde los que estábamos abajo. Carlos Raya como siempre de lujo, todo un maestro a las seis cuerdas es parte del mando que armoniza el estilo Fitipaldis con sus compañeros Alejandro Climent al bajo, Daniel Griffin a la batería, Joserra Semperena a los teclados y Javier Alzola al saxo. Si hay una virtud del conjunto es el poco afán de protagonismo, sencillez ante todo, nadie es más que nadie, ni Fito, simplemente uno más. Algo más de dos horas contentó con creces al público que felizmente se despidió de una de las formaciones que más tirón están teniendo en la actualidad. Volved cuando queráis!!!
