Gingerpig junto a las jóvenes bandas Mr. Wilfred y Gate Doors tuvieron que enfrentarse a una dura actuación el pasado 24 de Enero por la falta de expectación por el público madrileño y no es que haya poca gente es que una vez más sobraban dedos de las manos para contar al público. En fin, la desolada sala DLRO de Madrid acogió un gran cartel de tres bandas que pusieron todo su empeño por agradar en todo lo posible, aunque con tan escaso público actuaron de una forma digna y para casa. Abrieron Gate Doors, cuarteto madrileño que genera un gran hard rock clásico de cosecha propia con unos logrados riffs de guitarra, lástima que el sonido no fue de lo más apropiado y no se pudo apreciar el gran valor de los temas. Con el tiempo bastante ajustado subieron Mr. Wilfred realizando una escueta actuación donde dejaron entrever su forma muy personal de plasmar en un escenario la manera de entender el rock.
Tampoco tuvieron suerte con el sonido y tuvieron que faenar un apretado repertorio poniendo todo el tesón por satisfacer al personal. Los holandeses Gingerpig, sin novedades en la pista los mismos o incluso menos que en los inicios, asaltaban el escenario con su hard rock de corte clásico, sonido a veces antojadizo en el CD y tan rudo y compacto en directo, dios que caña!!!. Mejoró notablemente el sonido y Gingerpig presentó parte de los temas de su último trabajo «Ghost on the Highway» dejando la parte más gruesa del repertorio en sus trabajos anteriores. Aquí hay tablas y eso se nota encima del escenario, el trío desarrolló un gran concierto con temas pegadizos donde la garra y energía no eran más que la gran labor y compenetración de sus componentes. A las doce todos fuera y Gingerpig, al igual que los grupos anteriores, tuvo que adaptarse a las limitaciones horarias eliminando algún tema de la lista. Esperemos que esta desolada acogida no sea motivo para que Gingerpig dejen de venir a nuestros escenarios.