Carvin Jones Band y Jimmy Barnatán en el Kafé Antzokia de Bilbao el 19 de marzo de 2015

Tercera vez que degustamos en directo en Bilbao al señor Carvin “King Of The Strings” Jones (1966 Lufkin, Texas). En las anteriores ya nos quedamos con la boca abierta ante la pericia guitarrística del menda, así que disfrutaremos seguro. Este hombre empezó a tocar a la edad de 11 años, tratando de buscar refugio en la música y usarla como salvoconducto para escapar de un vecindario muy peligroso que quizá le hubiese llevado por un camino dramático durante su adolescencia. Tras girar por pequeños clubs de la zona durante años, se trasladó a Phoenix en 1989 para vivir con sus tíos, donde tras desempeñar todo tipo de trabajos vive su particular epifanía el 22 de Junio de 1990 trabajando en la construcción a 50ºC de temperatura sin una sombra en la que cobijarse -”Se llevaban a los compañeros uno detrás de otro en ambulancias. Me dije a mí mismo que no seguiría haciendo aquello. Me concentraré en aprender a tocar la guitarra lo mejor que pueda para no volver aquí nunca más”-.

Empezó a actuar en cualquier sitio donde le contratasen, y en 1991 ya se había ganado una enorme popularidad en la zona tras machacarse a un ritmo de siete shows por semana mes tras mes, prácticamente el mismo que sigue a día de hoy. En Marzo del año 2000 celebró su actuación número 3000. Está considerado uno de los mejores 50 guitarristas de blues que han caminado sobre la Tierra, ha teloneado a Santana, B.B. King, REO Speedwagon, Albert King… ha tocado con The Fabulous Thunderbirds o Joe Cocker, y se ha inflado a recibir premios de todo tipo…«Entertainer of the Year» en 1997, «Best Guitarist» en 1998 por Get Out Magazine, «Best Guitarist of the Year» durante tres años seguidos por Char’s Has the Blues, «Best Blues Band of the Year» en 1993, y también fue votado por los lectores de New Times como «Best Blues Band» desde 1994 hasta 1996. Lleva ya más de veinte años en la carretera tocando prácticamente todos los días. Está claro que el tío se lo ha trabajado a pulso desde aquel fatídico día colocando ladrillos en el andamio de la obra.

Pero antes tendremos la oportunidad de ver al polifacético actor y escritor Jimmy Barnatán en su faceta rockeril. Ha publicado ya varios discos en el mercado, y presenta en esta gira el último de ellos, titulado “Motorclub”. Muy bueno, por cierto. Su base está en el blues, pero el tipo le pega una vuelta apoyado en excelentes canciones. La verdad es que me encantó su actuación. Durante prácticamente una hora mantuvo el listón muy alto acompañado solamente por el exquisito Sergio González a la guitarra acústica. Abren con “Gonna Be Your Man” y se meten a toda la gente en el bolsillo desde el minuto uno. Menuda voz tiene el protagonista, y juega con ella continuamente con sus característicos “Grrrrrrrrr” por aquí y por allá. Siguen con “Bad News”. Le gusta mucho vacilar a la peña, animar a gritar entre tema y tema, y nos cuenta que está encantado de estar en el Antzoki, y que cuidado con él, que se ha criado en Santutxu y eso marca. Se arrancó a cantar a capella varias veces y a moverse entre el personal, y consiguió llevarse a todo quisqui de calle. Mucha pasión en todo su show en temas como “Your Eyes”, la excelente “Old Crown Blues”, la versión de “John The Revelator -que me pareció de lo mejor del concierto-, o el temazo que se cascaron los dos sentados en la escalinata de la sala con un Sergio en estado de gracia, dando lo necesario a la canción en cada nota. Acabaron con una cover de “Stand By Me”, y se pegaron un abrazo los dos en escena, conscientes del gran espectáculo que acababan de ofrecer. Si la próxima vez viene con banda, éste nos pone a todos colgados boca abajo de las bolas del techo del Kafé. Bravo por ti Jimmy.

Jimmy Barnatán en el Kafé Antzokia 2015.jpg

Enseguida aparece Carvin y su banda, en formato trío con un bajista excelente y un batera muy competente también. El chaval de las cuatro cuerdas delata con su camiseta de Wu-Tang Clan que sus parámetros musicales quizá están más próximos al Hip Hop callejero que al Blues del Delta más pantanoso, pero reconozco que se salió con su instrumento, además de subir y bajar la guitarra de Jones manejando sus pedales desde el escenario cuando éste se lucía mezclado con el público. Presentan su último disco «Victory Is Mine», grabado en España con colaboraciones de Carlos Segarra, Aurora Beltrán, Jorge Pardo y Mr. Grrrrrr.

Empiezan con “Hideaway” de Freddie King como intro para poner todo a punto, y tras la presentación de Jimmy empiezan bien arriba poniendo la Strato en llamas con “I Only Have One Gear” de su disco “Carvinator”. El tejano con sus ponchos imposibles es un espectáculo total con la guitarra en las manos. No para quieto un instante durante las dos horas. Buen rollo y sonrisas para todo el mundo. Esto parece un show de magia y malabarismos con el mástil… Ahora me la pongo sobre el hombro como si fuese fácil, ahora la toco sujetándola con una sola mano aunque pesa un huevo, ahora la dejo en el suelo que parece que tiene vida propia, ahora te la pongo del revés para que babees un poco. Más juegos de manos que Juan Tamariz con la baraja invisible. Los temas se suceden sin descanso… “What You Need”, “Kitchen Full Of Problems”, “Walk Witcha Baby“, “Robin Hood”, “Tears Come Down Like Rain”, “Strawberry Shortcake”… deja a sus compinches que hagan sus solos respectivos mientras él sale un par de veces de las tablas a tomar aire y cambiarse de lentejuelas, para de inmediato volver y seguir dejando alucinado al personal.

Siguen con “I’m Lost” y “Just Got Paid”, antes de volver a bajar entre la audiencia para noquearnos con “3 O’clock Blues”, donde se limita a tocar el tema sin fuegos artificiales y dejando que los dedos hablen por sí mismos. Uno de los momentos álgidos del concierto. Sentimiento y pelos de punta amíguetes. “The Carvinator”, “Drive Me Crazy“, “Bad Day”, la tranquila “Midnight Seduction”, y remate a toda leche con “Don’t Burn Down The Bridge” y “Blues Is My Life”. En los bises sale Jimmy también y tocan “Roadhouse Blues” de The Doors y “Party Hardy”, su colaboración en el último álbum. Para acabar, “Heat Stroke”, el solo definitivo de la noche manejando un balón de basket con una mano y tocando con la otra, una vez más entre la gente con “Rap Song“, y cerrando definitivamente con “Victory Is Mine”, tocando tumbado en el suelo boca arriba mientras la sujeta con las piernas en alto. Este tipo cualquier día entra en combustión espontánea en escena.

Texto de J. M. Martínez. Fotos de Koldo Orue

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