La cita esta vez era en “Las cigarreras”, vamos la fábrica de tabaco de toda la vida para los alicantinos, ahora convertida en centro cultural en el que tienen su espacio las últimas tendencias en pintura, escultura, música, cine, teatro… La sala elegida, la Caja Negra, sobra la descripción.
Nos visitaban esta vez los chicos de Seattle (WA), CODY BEEBE AND THE CROOKS, que presentaban su segundo y último álbum, OUT HERE. Se trata de una joven (sorprendentemente joven) banda del noroeste de los Estados Unidos que llevan ya cinco años en este negocio.
Puntuales a su cita salieron al sobrio escenario Cody Beebe (voz y guitarra), Skyler Mehal (guitarra solista), Eric Miller (bajo), Aaron Myers (teclado) y Brian Paxton (batería). Inmediatamente dejaron patente a los aproximadamente cien asistentes que su concierto no iba a ser fácilmente encasillable en un solo género musical.
El blues, el rock and roll, un toque de grunge, y sobre todo, las influencias del country de la América profunda se unen en unas canciones muy elaboradas, sorprendentemente variadas, a las que ponen una pasión fuera de lo común. En sus nuevos trabajos se nota la producción de John Goodmanson, que ha trabajado para bandas míticas como Pearl Jam o Alice in Chains.
Y como para muestras, botones, o mejor, canciones, nos ofrecieron temazos como Hold the Line, más próximo al sonido de la ciudad de la que provienen y en la que Cody desgarra la voz para interpretar una historia sobre la defensa del hogar que pudiera calificarse como políticamente incorrecta.
Las baladas también tuvieron su hueco en la noche alicantina, como Never too young o Bitter Run, en las que los teclados del espectacular Aaron Myers tuvieron un especial protagonismo.
No faltaron algunas versiones: Give me a reason, de Tracy Chapman; Sunshine of your love, de Cream; o Folsom Prision Blues del mítico Johnny Cash, a los que dieron, por supuesto tu toque característico, no sin dejar constancia de que sus raíces musicales se hunden en estos grandes monstruos de la música, a los que seguro llevan escuchando desde el colegio.
En varias ocasiones el grupo pidió la colaboración del público que lo acompaño con palmas y coreando alguna de sus canciones. Cody es un tipo peculiar y muy cercano, al que le gusta la fotografía y recorrer los lugares emblemáticos de las ciudades que visita. En su página de Facebook podéis ver varias instantáneas de la Catedral de León, de la Sagrada Familia de Barcelona o de la Explanada de Alicante. Vamos, que no se limita a ir del hotel al bar y del bar al concierto, sino que, de paso, aprovecha para hacerse de un material fotográfico que luego expone en las salas de su ciudad.
En fin, un pedazo de concierto del que todos salimos muy satisfechos, con ganas de más (auque duró casi dos horas, no me hubiera importado escuchar un par más de temas) pero, hay que entender que a pesar de que son unos músicos de altura, que se curran todas y cada una de sus canciones para sorprender a su público, no viajan en bussines, sino en furgoneta y casi que tienen que montar y desmontar ellos mismos el equipo y vender sus discos y camisetas.
Han realizado una extensa gira por España que ha terminado recientemente en Torredembarra (Tarragona) y todavía les queda Bélgica, Francia y Alemania. Quiero dar mi enhorabuena a los chicos de Teenage Head Music España que nos han regalado una noche excepcional y sobre todo por apostar por grupos casi desconocidos, pero con una calidad excelente. Nos vemos en el próximo bolo, seguro que será algo grande.
Texto de Javier Martínez Ferrándiz y fotos de Emilio Pastor.
Emilio Pastor en flickr.
