El promotor Robert Mills sigue dándonos mucho placer a los seguidores del rock clásico con las bandas que trae a nuestro país. En este caso los protagonistas eran una banda de amigos embarcados en la misión de recordar y celebrar el legado de Rory Gallagher , pero unos amigos con un bagaje musical para dejaros tiesa la médula espinal unas cuantas veces… Mr. Gerry McAvoy, bajista y fiel escudero del irlandés durante más de veinte años; el gran Ted McKenna a la batería, que también perteneció al grupo de 1978 a 1981, y que recordareis por su paso por el Michael Schenker Group, entre otros; y el encargado de recuperar el espíritu de Rory a la voz y las seis cuerdas, el holandés Marcel Scherpenzeel, que nos dejó a todos atónitos y con las pelotas por el suelo no ya sólo por una voz casi miméticamente sincronizada con el original sino por un trabajo a la Stratocaster que apabulló a todos los asistentes. Y no estoy hablando de copia, más bien de recuperar el sentimiento y erizarte el vello púbico a base de feeling para dar y tomar.
No me parece correcto hablar de banda tributo. Band Of Friends llevan algunos años juntos y han grabado temas propios, como nos demostraron en su concierto. La banda no se limita a vivir del recuerdo sino que nace con vocación de continuidad y de mantener una carrera estable, y su entrega en vivo fue tal que nos brindaron desde mi punto de vista el mejor concierto de lo que llevamos de temporada, y eso que en Bilbao la mayoría de los shows están siendo de matrícula de honor este año. Una burrada de exhibición a la medida de una audiencia con muy buen gusto y compuesta por die-hard fans del de Cork. Decir que nos mataron de placer es quedarse corto.
Scherpenzeel bañado en sudor desde el minuto uno, un McAvoy hiperactivo como maestro de ceremonias en un estado físico impresionante y animando continuamente a la gente -incluso se bajó entre el respetable para animarnos uno por uno a hacer palmas-, el groove, la pegada y el buen gusto a los tambores de Ted, y la música amigos… qué música!… «Last Of The Independents», «Wayward Child», «Off The Handle», «Tattoo´d Lady», «Shadow Play», «Calling Card», la inenarrable «Million Miles Away» dedicada por Gerry a mitos musicales ya fallecidos, «Bad Penny»… buah, lo vuelvo a recordar al escribir estas líneas y me corre un sudor frío por la nuca de emoción otra vez.
Como os comentaba más arriba, el trío desgranó un par de sus composiciones propias, «Sing It With The Band» me pareció un rock 80´s comercial standard para emisoras de radio, mientras que «Leap Of Faith» tiene un toque más de psicodelia. Para los que no tuvimos la suerte de ver a Gallagher en vivo el show es un viaje en el tiempo a una de las épocas más grandes de la historia de la música, pero el hecho de que los que sí lo hicieron aprueben esta reencarnación dice mucho de lo visto el otro día.
Para el bis, las habituales «Succubus» y «Bullfrog Blues». Un concierto sobresaliente. Locos por repetir. Viva el rock, joder.
Texto de J. M. Martínez. Fotos de Koldo Orue.