De nuevo la cita era en Orihuela, en La Gramola, prácticamente nos conocemos el camino a ojos cerrados. La sala que dirige Jose Ballester junto a su inseparable Mar lleva más de 20 años ofreciendo conciertos y participando en el ambiente cultura del Orihuela y de toda la comarca, la Vega Baja del Segura. Microexposiciones de arte, presentaciones en los Pecha Kucha que se organizan en la biblioteca municipal, y hasta la colaboración en el cortometraje de Elena López Riera, “Pueblo” que se exhibirá en la Quincena de los Realizadores del próximo Festival de Cannes, son un ejemplo de las actividades que se despliegan en este pequeño local en el que seguro te vas a sentir como en casa (o mejor…)
Tras su gira a principios de este año, regresaban a España los británicos “THE BREW”, un “power trio” procedente de Grimsby, un pueblo marítimo situado al este de Inglaterra. Jason, Tim y Kurtis amenazaron con reventar La Gramola con sus amplificadores Marshall y a fe que lo hicieron. Animando continuamente al público para que participara con sus palmas y voces en las canciones, nos ofrecieron un concierto en el que dieron un completo repaso a su último álbum, “Control”.
Comenzaron, por supuesto con Repeat, que incluye un golpe inicial de la batería de Tim Smith que anuncia la fuerza de un tema que puso la sala patas arriba desde el primer segundo. No podía faltar Mute, una canción que empieza a medio tiempo, pero que termina con una explosión de buen rollo tras el solo de guitarra de Jason Barwick. El temazo invita a la peña a desfasarse con el headbanging.
Las salas pequeñas tienen sus ventajas y sus inconvenientes, sobre todo para el “pobre” de Jason que no pudo moverse a sus anchas por el escenario, el cual era ocupado casi por completo por la batería de Tim y la elegante presencia del bajista Kurtis Smith. Eso sí, nos obsequió con un par de botes estratosféricos más propios de un jugador de la NBA. Y ventajas, sobre todo la cercanía del público con la banda: Jason se pudo bajar del escenario y ofrecer el mástil de su guitarra a los fans para que éstos terminaran uno de los temas. No faltó tampoco, el ya tradicional solo de batería de Tim, que terminó regalando las baquetas y tocando con las manos al estilo Tommy Aldridge.
Una tras otra “THE BREW” fue desgranándonos su último trabajo, escrito en la carretera y sobre la carretera, yendo de concierto en concierto en su furgoneta. Terminaron con un medley de canciones clásicas del rock and roll que incluyó joyitas como Break on Through (To the Other Side) de Doors o el Baby, please don´t go de Big Joe Williams. Y cómo no, no podía faltar, para concluir, la que podemos calificar como el himno de la banda, A Million Dead Stars compuesta a finales de 2009 y que supuso el despegue del grupo, encabezando festivales a partir de entonces por todo el continente europeo.
Antes del concierto pudimos hacerles una breve entrevista en la que nos demostraron su amor por el Rock and Roll, puro y sin etiquetas que a continuación reproducimos, Lo vuelvo a repetir, no dejéis de ver a THE BREW en concierto: si pasan cerca de vuestro pueblo, vended vuestra alma al diablo por una entrada, si hiciera falta.
Texto de Javier Martínez Ferrándiz y fotos de Emilio Pastor.
Emilio Pastor en flickr.