La banda australiana AC/DC, anunció a finales de 2014 sus conciertos en Barcelona el 29 de mayo de 2015 (Estadi Olímpic Lluís Companys) y el 31 de mayo en Madrid (Estadio Vicente Calderón) en el ecuador de su gira europea 2015 Rock or Bust World Tour, en la que los australianos presentan su nuevo trabajo «Rock or Bust«, cinco años después de su última gira Black Ice World Tour. Tras agotar agotar en unas horas, las más de 55.000 localidades para el concierto en el Vicente Calderón, anunciaron un segundo concierto en Madrid para el 2 de junio en el mismo estadio. También anunciaron a Vintage Trouble, cuarteto californiano que cultiva el Rhythm & Blues y capitaneado por Ty Taylor, como la banda que abriría sus conciertos en la gira europea que comenzó el pasado 5 de mayo en Holanda y terminará el 22 de julio en Finlandia.
La preparación de su gira «Rock or Bust« no estuvo exenta de polémicas y problemas, ya que a la triste baja de uno de los ejes de la banda, Malcom Young, por enfermedad, se unieron los problemas judiciales de su baterista Phill Rudd. Así, la banda se presentaba el 10 de abril de 2015 en Coachella Festival, con sus dos nuevos componentes para iniciar la gira mundial de presentación de su último trabajo, Chris Slade la batería y que ya estuvo en la formación (1989-1994) y Stevie Young a la guitarra y sobrino de Malcom. Dirty Rock Magazine asistió al concierto que AC/DC ofreció en Barcelona y los dos de Madrid y te ofrece en este artículo las crónicas de cada uno de ellos y en las que sus respectivos redactores aportan su visión particular del paso por España de una de las mas grandes bandas que ha existido.
Concierto de AC/DC el 29 de mayo en Barcelona:
(por Carlos Pérez Báez)
¿Quieres que te cuente una historia? Así comienza «Whole Lotta Rosie» de AC/DC, «Rosie nunca se detiene», o como en su obra maestra «Shoot to Thrill», en la que vuelven a reiterar una y mil veces que «apretando el gatillo van a disparar hasta emocionar, hasta hacerte caer», durante más de cuarenta años de historia y como hicieron en el viejo Estadio de Montjuïc de Barcelona en el primero de sus tres conciertos en España.
AC/DC son únicos como la gran mayoría sus admiradores, somos uno, hombro con hombro, espalda con espalda, nadie se quejaba porque sabíamos a lo que veníamos, como ellos mostrando siempre el mismo respeto hacia efigies como Chuck Berry, B.B. King o Little Richard, encauzando esa admiración a través de su propia manera de entender la música, mediante un sistema de sonido colosalmente elevado con su temática favorita, mujeres, relaciones sexuales, borracheras, peleas, bodas, coches, funerales y tatuajes, todo ello en un desbocado y magnífico concierto en Barcelona con un Angus y Brian Johnson realmente extraordinarios en el convencimiento y el milimétrico sentido del swing y tiempo.
Fue una noche de instintos del rock más primitivo, sin evolución eléctrica, ahí es donde radica el animal de AC/DC, venas en el cuello hinchadas, rock salvaje, reptiliano, rock coriáceo, apretones de dientes al más puro estilo Stiff upper lip, sudor en catarsis, muralla de amplificadores Marshall y volumen ensordecedor. Las canciones fueron cayendo como pedradas una tras otra sobre una plancha de metal, sin bajar el pistón ante más de sesenta mil espectadores con la garganta de Johnson escupiendo notas imposibles, los disparatados solos de Angus, esa vibración que provocan los graves que parece que vaya a partirte la caja torácica.
AC/DC son decibelios, testosterona y alegría de vivir, no hay que darle más vueltas, como lo son Vintage Trouble, grupo al que tuvimos la suerte de entrevistar y de ver el año pasado y esa noche, monumentales los californianos. Recuerda «Soy como el mal, me meto bajo tu piel, igual que una bomba que esta a punto de estallar porque soy ilegal. Tengo todo lo que las mujeres tal vez necesitan saber, porque yo soy el que te va a poner a arder dispara hasta emocionar».
Galería fotográfica del concierto de Barcelona el 29 de mayo.
Concierto de AC/DC el 31 de mayo en Madrid:
(por Ángel Manuel Hernández Montes y Jabier Rioboó)
AC/DC y su infernal directo volvían a Madrid al Vicente Calderón, su estadio, su ciudad… Madrid y AC/DC es la simbiosis perfecta, que buen rollo se respira en las inmediaciones del estadio, todos colegas y no conoces ni a ¡Dios! Madrid, concretamente Leganés les dedicó una calle con su nombre, les acogimos durante tres fechas en la plaza de toros de Las Ventas cuando grabaron en 1996 su DVD en directo y donde siempre que han venido tienen un recibimiento descomunal. Dos fechas y con todas las entradas vendidas hacen que Madrid sea la ciudad por excelencia de AC/DC. Gente venida de cualquier rincón se reúnen en lo que viene a ser uno de los fenómenos sociales del año ¿Algún político tiene ese poder de convocatoria? ¡Ni de coña! Ya quisieran meter en sus mítines solamente la mitad. El fervor por ver a AC/DC hace de unión para congregar a gente de todo pelaje, de cualquier edad, uniendo generaciones a través del rock. Pletórica hermandad reunida con un solo fin, delirio desbordante por vibrar con la fiesta-espectáculo que ofrecen estos viejos dinosaurios del rock.
AC/DC juegan con todas las cartas a su favor, saben poner nervioso al público, saben llevar la excitación a límites disparatados y hacer feliz a 50.000 personas durante dos intensas horas. Todos dentro, cuernos encendidos, la máquina engrasada al máximo, el escenario descomunal, la cuenta atrás comienza entre las llamas del infierno, fuegos artificiales y ahí están… explosión de vatios y luces hacen saltar a todo un estadio, trepidante inicio para eliminar adrenalina y hacernos sentir unos rockeros indomables, todos, con el puño en alto, discípulos sumisos hechizados por la magia del rock.
Cuarenta y dos años de carretera y ahí siguen incombustibles, con cambios en la actual formación, unos obligados, Stevie Young a la guitarra rítmica en sustitución de Malcolm Young y otros por escándalos como el caso del batería Phil Rudd que viene sustituido por Chris Slade. Angus Young a sus sesenta años sigue siendo el colegial perverso, terror de las madres de las chicas de su clase, es él, el chico malo que no aprobaba matemáticas ni a la de tres, incansable con su inseparable Gibson junto a sus fieles compañeros Brian Johnson a la voz y Cliff Williams al bajo.
Las campanas del infierno volvieron a doblar, Angus sigue derrochando energía en sus conciertos, es el verdadero protagonista de la noche, todas las miradas están en él, se recorre el escenario a carrera limpia y se tira en el suelo enrabietado, sobre una pasarela que le adentra al mar de gente. Sorpresas no hubo muchas, AC/DC no hizo experimentos… ¿Para qué? Sabe lo que busca el público y eso mismo ofrecen. Tres temas del último disco fueron el cumplido para presentar su último trabajo «Rock Or Bust», el resto, un repaso a sus esperados himnos que perduran en el tiempo y que nos hicieron vibrar de la cabeza a los pies. Inigualables, indómitos, los más grandes. No hay en la actualidad un espectáculo que mejore al de AC/DC. Gran inversión en una infraestructura de iluminación, sonido, pirotecnia… Los conciertos de AC/DC no son las dos horas que se nos pasan en un santiamén, lo es todo, el buen rollo que se respira antes de empezar, las cervezas de después, el quedar con gente que no conoces, el ir solo al concierto e irte de juerga con unos colegas que has conocido hace unas horas… eso es AC/DC, rock sin límites, sin prejuicios. «Colosos del Rock»
Partimos desde el castizo barrio de Aluche donde concertamos nuestra Chuleta-Rock particular, en cuadrilla y celebrando la final perdida de fútbol, despedida de divorcio y bolo, un septeto de amigos con una cuarentena de bolos de los australianos a nuestras espaldas, el que suscribe va por la media docena y espero haya mas, con ligereza entramos al Calderón, nos apostamos en la parte izquierda delantera del brutal escenario, fenomenalmente ubicado de altura.
Puntual abrió la banda de rock rhythm & blues con toques soul, Vintage Trouble, calentando a la peña que entraba a borbotones por las puertas del estadio. Animadísimo su vocalista de color, bajando al público y que lo llevo en volandas. Ya hablamos de esta banda en Dirty Rock, ofreciéndonos una entrevista en exclusiva; darán que hablar en un futuro. Presentaron temas de su tercer trabajo y aquí están teloneando a uno de los grandes, al igual que lo hicieron también con The Who. Ty Taylor, su vocalista, animó al publico hasta la saciedad incluso lanzándose sobre el, elevando la temperatura de por si alta.
AC/DC comenzó con puntualidad británica, a las diez de la noche, con una espectacular intro y un meteorito explosionando en el estadio. Y tras la lluvia de fuegos de artificio sonaron los acordes de «Rock or Bust», tema homónimo de su ultimo trabajo y Tour, sin dilación «Shoot to Thrill» y «Hell Ain´t not a Bad Place to Me», de infarto, buen sonido, el estadio a reventar en un mar de cuernos intermitentes. Stevie Young, como cara nueva, el sobrino y decimotercer componente de la veterana banda tras la desafortunada enfermedad de Malcom, miembro fundador junto a un Chris Slade soberbio que retornaba a los parches por Phil Rudd, ausente por problemas con la justicia. Sin piedad «Back in Black» a por todas, dos enormes pantallas laterales junto con la central del escenario daban cuenta del gigantesco montaje, unos segundos de respiro, coreos en masa y el estadio a su merced, «Play Ball» con un comienzo irregular fue de menos a mas, «Dirty Deeds Done Dirt Cheap» con la parroquia botando y coreando el estribillo. Respiro y delirio general con «Thunderstruck» y un escenario invadido por rayos ininterrumpidos y la banda haciendo piña en el escenario, con Angus ya sin chaqueta escolar.
Grandes, muy grandes e imprescindibles; ningún aficionado a este rollo debería morir sin verlos. Angus incombustible con Brian a la zaga, «High Voltage» prosiguió con la electrocución, la base rítmica de Chris y Cliff carburando a la perfección, un Stevie entonadísimo a coros y rítmica, juego de coros con la parroquia, «Rock´n´ Roll Train» arrollando, luces a tono, y campana en ristre «Hell Bells» con éxtasis general, sin aliento «Baptism on fire» redonda, «You Shook Me All Night Long» como un bálsamo «Sin City» llegó tras la pausa.
Impresionante directo, prácticamente sin fisuras a pesar de los años que no pasan en balde para nadie, Angus y Johnna vacilando y dando carreras a sus sesenta y tantos. Joder ¡Incombustibles! «Shot Down in flames» y a botar como posesos con un Angus rememorando a Chuck Berry con el paso del pato, acojonante, brutal, este hombre es extraterreste, «Have a Drink on Me» velocidad en la barras y birra fresca a precio infernal, «T.N.T.» de mis favoritos, brutal a coro y botando, Rosie se hincho y vino su tema, la peña coreando Angus, Angus… pasarela y SG en alto y corriendo como un poseso al centro para el final del tema, «Let There Be Rock» a saco sin respiro, con un Angus tirando de nuevo de pasarela y explayándose a gusto en la elevación y lluvia de confeti, vuelta al escenario y solo de Angus, mientras el resto banda y publico cogían aliento para los bises. «Highway to Hell» a llamaradas en el escenario, Angus a pecho descubierto y con sus míticos cuernos, fuego, pasarela para Brian y Angus, y tras los primeros compases de «For Those About to Rock» sabíamos que la cosa tocaba a su fin, cañones apareciendo en laterales y escenario tras la impresionante columna de Marshalls.
Impecables, sin reproches, bueno si… el merchandising a precios europeos… dos horas… de descarga que nos adentraron en la media noche madrileña, sin palabras, soberbios, grandes, muy grandes, codo a codo a pie de pista sudando la camiseta estaban el «Mariskal» y otro incombustible como Oscar Sancho de Lujuria, a los que saludamos. Satisfechos continuamos la fiesta como merecía la ocasión. ¡Rockeando hasta reventar!
Galería fotográfica del concierto de Madrid el 31 de mayo.
Concierto de AC/DC el 2 de junio en Madrid:
(por Patricio González Machín)
Un hombre grita «¡¡cuernos,cuernos!!» en los aledaños del Estadio Vicente Calderón, se desgañita para vender el objeto diabólico a los fieles de una banda que nunca falla. Otros pierden la voz al grito de «¡necesito entrada!», está todo vendido, pero la fe renace en las grandes ocasiones, y ésta sin duda lo es. El vínculo de AC/DC con sus seguidores es para toda la vida. Ellos, los fans, no esperan nada, saben que se lo van a dar, la diversión está asegurada. La legión la forman personas de todas las edades, los que afortunadamente crecimos con ellos, y los hijos de estos, que ayer fueron bautizados por quizás, los mejores sacerdotes que uno puede tener dentro de la satánica iglesia del rock and roll.
Cuando entramos en el recinto la comunión, bañada en risas y alcohol, es perfecta, todos sabemos que vamos a pasarlo en grande. Los teloneros, Vintage Trouble, merecen sin duda una reseña en este espacio. Fantástica banda americana de soul y rock and roll con sonido bestial y una actitud y puesta en escena a la altura de la tarde. No me equivoco si afirmo que a buen seguro, tendremos noticias de ellos en el futuro.
Finalmente a las 22:06 horas el Vicente Calderón empieza a oler a azufre, a los acordes de Rock or Bust seguida de un clásico Shoot to thrill. Ya no hay vuelta atrás, la fiesta ha comenzado y la maquina está engrasada aunque, a decir verdad, al público no parece importarle, saben que sus dioses no les deben nada y aún asì, saben que ellos se lo darán todo, será por eso que tras 40 años en la carretera son de los pocos capaces de meter a 160.000 personas en tres conciertos.
Las canciones se suceden sin descanso desde Play Ball de su último album o Rock and Roll Train de su predecesor para dejar paso a los clásicos, Back n black, Hells Bells, etc. Sorpresa resultó Sin City, un tema del album Powerage pocas veces interpretado en otras giras. Y así hasta el final, sin tregua, destilando sudor como cualquier banda de bar que está comenzando su carrera, dándolo absolutamente todo. Para los bises nos bajan a los infiernos con Highway to Hell para rematar a cañonazos con For Those about to Rock una noche de rock and roll auténtica, sin cortapisas.
El público abandona el recinto agotado, la banda le ha pasado por encima, pero felices, con una permanente sonrisa en la cara, durante dos horas han sufrido una regresión, han vuelto a la infancia, se han visto escondidos en su habitación deseando que se hiciera el rock (let there be rock) al ritmo de los viejos cassettes que nos grababan los mayores, queriendo ser Angus, porque a los que nos gusta el rock and roll siempre quisimos ser Angus.
La única pega si cabe es referente al sonido, dificultaba en ocasiones distinguir los solos de Angus. Demasiado cargado para los que estabamos cerca del escenario, nada que ver con el fantástico sonido que nos ofreciò el pabellón de deportes hace apenas seis años. Es lo que tienen los directos en grandes recintos.
Set-List de los conciertos de Barcelona y Madrid el 29 y 31 de mayo y 2 de junio de 2015:
01.- Rock Or Bust
02.- Shoot To Thrill
03.- Hell Ain’t A Bad Place To Be
04.- Back In Black
05.- Play Ball
06.- Dirty Deeds Done Dirt Cheap
07.- Thunderstruck
08.- High Voltage
09.- Rock ‘N’ Roll Train
10.- Hells Bells
11.- Baptism By Fire
12.- You Shook Me All Night Long
13.- Sin City
14.- Shot Down In Flames
15.- Have A Drink On Me
16.- T.N.T.
17.- Whole Lotta Rosie
18.- Let There Be Rock
Bises:
01.- Highway To Hell
02.- For Those About To Rock (We Salute You)
Texto: Carlos Pérez Báez, Ángel M. Hernández Montes, Jabier Rioboó, Patricio González Machín y Esteban Campos.
Fotos: Esteban Campos, Carlos Pérez Báez y Ángel M. Hernández Montes.
Vídeos: Carlos Pérez Báez y Jabier Rioboó