C.W. Stoneking y Ghost Number & his Tipsy Gypsies en la Sala Azkena de Bilbao

La noche del pasado 12 de Junio entramos en la sala Azkena del botxo en pleno 2015, pero durante casi tres horas nos trasladamos al Mississippi rural de los años 30, en plena época de la Gran Depresión americana, gracias a la propuesta del australiano Christopher William Stoneking y de la banda guipuzcoana Ghost Number & His Tipsy Gypsies, que ejerció de telonera en su show. Yo por lo menos me sentí como si me hubiese trasladado en el tiempo a bordo del DeLorean y estuviese viendo a Ulysses Everett McGill, Pete Hogwallop y Delmar O’Donnell aclamados como los Soggy Bottom Boys en la actuación final del film «O Brother, Where Art Thou?». Un poco más y me acerco a la barra a pedir una botella de siete galones de alcohol destilado puro para castigarme un poco el estómago.

Ghost Number & his Tipsy Gypsies en la Sala Azkena de Bilbao.1

Los donostiarras GN & HTG se formaron a finales del 2013 y debutaban en directo hace menos de un año, grabando su primera demo las navidades pasadas. Están formados por el músico y productor David Pisabarro -alias 413– al banjo y voz, Jokin Zapa en la guitarra, Iñaki López al contrabajo, Elena Arteagoitia al violín, Jon Ander Burgos en la trompeta y Daniel Olano a la percusión. Durante algo menos de 45 minutos nos sumergimos en su mundo de vodevil, swing tradicional y sonidos country & western ejecutados en modo marcha funeraria Nueva Orleans. Tocaron en su totalidad su primera grabación: «Dark Night Stomp», «Something On The Roads», «Four String Baby», «Tipsy Waltz» y «Dance Macabre», además de otros temas como «Texas», «Alone», «Desert Siren Song» o «La Bonita»… y su oferta sonó muy real y nada impostada, con un gran sonido, muy bien ejecutada y con una presentación excelente en el escenario con todos los músicos ataviados con sus vestimentas oldies. Me encantó su show, aunque su sonido retro pudiese resultar monótono para algunos asistentes. Acostumbrado a conciertos en los que la elección del telonero resulta nefasta para el público respecto al artista principal, aquí no pudo ser más acertada. Buena banda.

El oceánico y educado Stoneking viene de Australia, siempre viste con look de pastor pentecostal de cualquier comunidad redneck pantanosa de Louisiana, blanco inmaculado en traje y calzado, pero también arrastra imagen de gángster de vuelta de todo, profusamente tatuado, con el cabello engominado y repeinado para atrás, preparado para avasallarnos con su jungla sonora donde conviven el blues, el gospel, el folklore, el vudú y la magia negra de Screamin’ Jay Hawkins.

Ha grabado tres discos hasta el momento, «King Hokum« (2005), «Jungle Blues» (2008) -dos álbumes con un sonido deliberadamente antiguo al servicio de la guitarra National y el banjo- y el que presenta en esta gira hispana de tres fechas, «Gon´ Boogaloo» (2014). Seis años parecen mucho tiempo para grabar un disco, teniendo en cuenta que al final lo ha registrado totalmente en vivo en 2 días, en una vieja grabadora Ampex, sin retoques ni edición y usando solo dos micrófonos. Aquí enarbola guitarra eléctrica, y usa el ska, el gospel más crudo y las baladas asesinas para mutar en una suerte de blues de la jungla y música hawaiana al estilo afroamericano de los años 20. En su concierto de Bilbao le acompañan Johnny Marchin en la batería, Andrew Scott al contrabajo y bajo eléctrico, y las hermanas Memphis y Maddy Kelly a los coros, que han grabado también el disco con él y que militan en la banda australiana de dream pop Wishful. Su manera de cantar, elegantemente trajeadas, y de escenificar los temas durante la actuación se revelará como un elemento imprescindible para el éxito del concierto. Por cierto, su padre es Paul Kelly… sí, el de los Messengers.

Un esqueleto de plástico preside el escenario -recordando la imagen de C.W. en la portada de su último cd-, y las cinco primeras canciones serán las que abren este disco y casi en el mismo orden: «How Long», la estupenda «The Zombie» -con las Kelly onfire-, «Get On The Floor», «The Thing I Done» y la abrasiva «Mama Got The Blues». Stoneking rasga su Fender con estilo y se revela como un crooner de voz excelente. Podría cantar sin micro y no se notaría demasiado. Toca enterito su nuevo LP: «I´m The Jungle Man», «On A Desert Isle», «The Jungle Swing»… Mucho del segundo: «The Love Me Or Die», «I Heard The Marchin´ Of The Drum», «Jungle Blues», un «Talkin´ Lion Blues» en solitario en la parte media del show, y un recuerdo a su debut con «Handyman Blues».

Su manera de cantar tiene muchas coincidencias con Tom Waits y otros artistas de mediados del siglo pasado. La gente ovaciona al final de cada tema, y pasa de escuchar con atención en la primera parte de la velada hasta arrancarse a bailar en la andanada final con temas como «Tomorrow Gon´ Be Too Late», «Good Luck Charm», «Goin´ Back South» o la versión de los Soul Stirrers «He´s Been A Shelter For Me». El concierto ha sido excelente. Tras unos segundos vuelven todos para el bis, en el que nos deleitan con «We Gon´ Boogaloo» y una cover más, en este caso «Yield Not To Temptation» de la Bobby´s Blue Band, antes de que Christopher se quede solo una vez más para despedirse con «Jungle Lullaby». Un artista a descubrir.

Escuchad su último disco y estaréis de acuerdo conmigo.

Texto de J. M. Martínez. Fotos de Koldo Orue.

C.W.Stoneking en la Sala Azkena de Bilbao

 

 

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