Por segundo año consecutivo la localidad segoviana de Riaza se convirtió en el escenario del Huercasa Country Festival, un festival familiar que acoge a diferentes clases de público y cuya pretensión no es sólo musical, sino la confluencia del mundo rural, la alimentación sana, la mejor apuesta por la música americana, el country más auténtico y la diversión. Para ello la principal empresa patrocinadora hortofrutícola segoviana “Huercasa”, junto a toda la organización, realizaron distintas actividades enfocadas a todos los públicos. Los más pequeños pudieron disfrutar en el parque “El Rasero” con actividades educativas que les mostraron cómo funciona una huerta con distintos vegetales, su cuidado y la importancia de consumir mínimo cinco al día, obsequiándoles con piezas de fruta. Los sonidos americanos de las bandas Clan Makeihan y Chisum Cattle amenizaron la mañana del sábado y fueron parte de las clases de Line Dance que se impartieron en la plaza mayor a la hora del aperitivo, junto a cervezas y las exitosas barbacoas con un menú campero, compuesto por tradicionales mazorcas de maiz, patatas asadas y exquisitas hamburguesas de ternera y pollo que se pudieron degustar también a lo largo de todos los conciertos.
La primera jornada del festival se inaguró el viernes en el campo de fútbol de las Delicias con la joven artista española Nat Simons. Le siguió la banda tejana Old 97´s y finalizó con Laura Cantrell, procedente de Nashville, una de las grandes voces del country contemporáneo.
El sábado, a las siete de la tarde, dio comienzo la segunda jornada donde (a parte de las barbacoas) ya se olía el plato fuerte de la noche y se congregaron, según la organización, cerca de 5.000 personas, el doble de la edición pasada. Se respiraba un ambiente tranquilo, familiar y con una temperatura agradable que fue descendiendo poco a poco. Los asistentes mayoritariamente adultos, muchos con sombrero puesto o colgado en la espalda y otros con botas de cowboy vestidos para la ocasión, esperaban tranquilos sentados sobre el límpio y cuidado césped y las gradas, destacaban las familias con carritos más alejadas del escenario. No faltaba detalle; multitud de papeleras con el logotipo del festival, varias barras repartidas alrededor del campo, distintos puntos de venta con merchandising, incluso alguno de artesanía para los más pequeños.
A las nueve de la noche, tras la presentación y bienvenida al festival por Manolo Fernández, locutor y director del programa de radio 3 “Toma uno”, salieron al escenario bajo el sol aún, el grupo nacional creado exclusivamente para este festival y que lleva su nombre; la Huercasa Country All Star. Con un cierto toque de humor al presentar sus canciones, durante casi una hora hicieron bailar hasta a los más pequeños interpretando un repertorio conocido de la mejor música americana como “Bright side of de road” “Get back to the country” o “Summer time blues” denotando su experiencia musical como prestigiosos y reconocidos músicos por separado.
Sobre las diez y cuarto, el noveno y último concierto de su gira española, le llega el turno al quinteto de Philadelfia US Rails Band. Arrancan con fuerza y, a pesar de que cada miembro aportó una sonoridad individual vocal e instrumental, consiguieron el equilibrio perfecto en cada canción, algún micrófono se escuchaba algo bajo al principio pero la subida de decibelios se solucionó a lo largo de la actuación, logrando la perfecta armonía de la banda que le hace peculiar. En poco menos de una hora interpretaron alguno de sus temas más tranquilos pero mayoritariamente canciones con fuerza y rock and roll que hicieron vibrar y conectar con un público agradecido que aplaudía constantemente y coreaba estribillos de sus canciones en las que cada miembro prolongaba sus intervenciones, cautivándoles mientras sonreía.
A las once y media de la noche llega la actuación más esperada Emmylou Harris, una leyenda de la historia del country rock, acompañada del guitarrista Rodney Crowell, con esta única actuación en nuestro país.
El público se acercó al escenario, reinaba un silencio asombroso para escuchar atentamente la voz melodiosa, suave, perfecta, clara. Era el momento de respirar tranquilos y dejarse llevar por las melodías. Allí estaba ella; elegante, receptiva a esa expectación y, sobre todo, agradecida, interrelacionando con el público dedicando palabras de amor y apoyando al festival. Durante más de hora y media interpretó algunas canciones de su nuevo álbum “The traveling kind” y temas clásicos con distintas guitarras.
Finalmente, a la una de la madrugada, se despidió con “Even cowgirls get the blues» y Manolo Fernández emocionado animó a todos los asistentes a contar la gran noche que habían vivido, poniendo el punto de inicio para la tercera edición del HCF y punto final a la segunda edición en la que se agotarón incluso las botellas de agua.
Texto y fotos de Elena Sacedo.
