Imperial State Electric, Highlights y Kilauea en el Kafé Antzokia Bilbao

Ok… no soy el mayor fan de esta última aventura musical en la que se embarcó hace cinco años Nicke Andersson. De hecho, soy uno de los que se agarraron un cabreo del copón cuando éste decidió poner punto final a los autogiros de Estocolmo, la banda que puso en el mapa la oleada rockera escandinava en la segunda mitad de los noventa y responsable del disco más cavernícola de aquella escena, el aplastante «Payin´ the Dues«. Algunos privilegiados presenciamos su primera visita a Euskadi recién editado aquél álbum, en una diminuta sala con el tamaño de un váter en una localidad vizcaína cercana al botxo. Un concierto sudoroso y volcánico que me dejó claro que los Hellacopters llegarían muy lejos, como de hecho pasó. Lo tenían todo… enormes canciones -«Hey!» me sigue poniendo palote igual que el primer día-, chulería para dar y tomar, un corazón melódico forrado de rock épico bañado en soul anfetamínico, y sobre todo mucha actitud. O sea, todo lo que le falta a esta panda de hipsters barbudos que copan los charts en la actualidad, que agarran una guitarra con la misma ilusión que cuando coges el papel higiénico para limpiarte los bajos.

Imperial State Electric Kafe Antzokia

De todas formas, aunque sus grabaciones no me convenzan demasiado, les daremos una oportunidad. Es la primera vez que les voy a ver en vivo y quizá la cosa mejore mucho en las distancias cortas. Es la primera fecha de una gira hispana de ocho shows para presentar su nuevo LP «Honk Machine«, y abren para ellos dos bandas locales, los Kilauea de Apatamonasterio y los Highlights de Arrigorriaga. Los primeros me gustaron bastante durante su media hora de actuación. Sonaban muy influenciados por los Copters, pero tocaron bien y me dejaron buen sabor de boca las canciones de su disco «Sonic Chaos«. Buena elección para abrir la velada.

A los Highlights les hemos catado en varias ocasiones abriendo para otras bandas internacionales, y tal como pasó hoy de nuevo, les comen el show a los cabezas de cartel muchas veces. La mejor banda local que he visto en mucho tiempo. Normal, lo tienen todo para que me gusten… tocan de puta madre, se dejan las pelotas en escena, son fotogénicos sobre las tablas, se cascan unas canciones monumentales y aman el Hard Rock clásico tanto o más que yo. Pillaros su EP «Storming the Gates» y decidme que «Out of Mind» no es una canción perfecta, con sus coros evocando los mejores momentos de Staley/Cantrell o recordando las armonías de los nunca suficientemente valorados King´s X.

En sus casi 60 minutos de concierto y con un gran sonido repasaron su disco enterito: la tremenda «Last Sunset«, «Silver Queen«, «F.A.S.O.S.«, «Climbing the Hill«… Presentaron la nueva «Made to Be Me» -que sonó tan redonda como las otras- y me dejaron flotando un buen rato al enlazar «Out…» con una versión de «Rock Bottom» de UFO estupenda. Grupazo. Si siguen así, seguro que su próximo disco será fantástico. Terminaron su set con «Blixie Tombs» y el «Boys are Back in Town» de Thin Lizzy. La próxima vez será mejor todavía, seguro.

Los Imperial State Electric de Nick Royale dieron un buen show de algo más de hora y media de duración, en el que permanecen todos los gimmicks escénicos marca de casa de los helicópteros: guitarras elevadas al cielo, sudor a raudales, todos rodilla en tierra al unísono al final de los temas, y mucha energía… pero sus compinches en esta banda no tienen el mismo punch que colegas de tiempos pasados, el sonido de las guitarras estuvo muy irregular y yo sigo marchándome a casa sin ningún estribillo revoloteando permanentemente en mi cabeza. Me gusta mucho «Lord Knows I Know That It Ain´t Right» o «Lee Anne«, pero no hay muchas canciones más que me revienten la sesera. Una actuación potente en la que repasaron sus cuatro discos, pero yo me sentí tremendamente agobiado por todos los veinteañeros fuera de sí en las primeras filas durante todo el show, que actuaban como si estuviesen delante de los nuevos mesías del rock´n´roll. Entiendo que uno se deje llevar por la pasión de una descarga sonora en vivo, pero alguno de estos ya empiezan a tocar los cojones cuando se suben arriba para vocear por el micro o ponerse a hablar con algún componente del grupo en mitad del concierto, lo que provocó cierta incomodidad en el personal de la sala en algunos momentos. Alguna parte de la audiencia que vimos ayer supongo que es la misma que cree que Muse o los Foo Fighters son los más grande del mundo mundial, así que dudo que tengan en casa algún disco de Humble Pie o Blue Öyster Cult junto a sus cd´s de los State Electric. Resumiendo, que ver a un grupo que no te mola demasiado en un entorno agobiante no contribuye demasiado a disfrutar el show. A cuidarse.

Texto de J. M. Martínez. Fotos de Koldo Orue.

Imperial State Electric Kafe Antzokia 2015

 

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