Excelente asistencia de público en la primera fecha de la gira hispana de La Voz del Rock. El gran ambiente en el exterior de la sala anticipaba que íbamos a ser testigos de una buena noche para los amantes del Hard Rock, como así fue. Muchas ganas de ver a Mr. Glenn Hughes de nuevo por aquí, en formato de trío eléctrico clásico con Doug Aldrich a la guitarra y Pontus Engborg tras la batería, y prometiendo una velada recorriendo toda su carrera. Pensaba que muchas canciones del set cubrirían sus discos en solitario, pero finalmente prefirió centrarse en los combos de los que ha formado parte durante su trayectoria a lo largo de las dos horas de show y únicamente incluir tres temas de sus grabaciones solistas. Los amigos de la promotora Noise On Tour -podéis echar un vistazo a todos los conciertos que organizan por el estado en www.noiseontour.com, nos han dado un alegrón con este periplo de uno de los más grandes de la historia.
La noche empezó muy bien con la actuación de Jared James Nichols, excelente guitarrista de electric blues tocado sin púa, al que ya habíamos catado hace unos meses en el botxo. Es originario de Wisconsin pero establecido musicalmente en Los Angeles. Esperábamos que el público hard´n´heavy de esta noche aceptase su propuesta, y no nos equivocamos porque la mayoría aprobó con nota sus cuarenta y cinco minutos sobre las tablas. Recientemente ha sido el telonero de la gira europea de Lynyrd Skynyrd, así que los pasos de su carrera van por buena dirección. Acompañado de Eric Sandin al bajo y Dennis Holm en los tambores, desgranó unos cuantos temas de su LP de debut «Old Glory And Wild Revival» (Listenable Records 2015): «Crazy«, «Can You Feel It?«, «Playin´ For Keeps«… además de regalarnos un par de versiones: «Rock N Roll Hoochie Koo» del gran Rick Derringer y cierre con «Mississippi Queen» de Mountain. Apuesto a que vendió unos cuantos discos al acabar la velada seguro.
Tras un rápido cambio de escenario aparecen nuestros protagonistas arrancando muy duro con «Stormbringer«, para enlazarlo sin pausa con «Orion» -de su disco en solitario «Soul Mover» (2005)- y un adrenalínico «Way Back To The Bone» de Trapeze. Sonido un poco reverberado en esta terna inicial, que mejoró exponencialmente desde este momento hasta el final. Hughes está en una forma física envidiable para un tipo de 63 años. Toca el bajo fantásticamente bien, se mueve sin parar y sigue sacando a pasear sus cuerdas vocales de todas las formas posibles sin apenas esfuerzo. Le estoy mirando y no puedo evitar recordar el show de Purple en el California Jam de 1974, uno de los conciertos Top de la historia del rock con un Blackmore absolutamente fuera de sí y embrujado por su instrumento.
De todas las elucubraciones previas sobre lo que podríamos escuchar, ni se me pasaba por la cabeza que Glenn nos ofreciese algo de su proyecto junto a Pat Thrall de 1982. Amo ese vinilo a muerte, aunque su sonido puramente ochentero le pueda resultar letal a más de uno. Para mi sorpresa tocaron el tema que cerraba aquél álbum: «First Step Of Love«, donde su poderío vocal brilló con fuerza. Hubiese preferido un «Who Will You Run To» o incluso un «I Got Your Number«, pero no seré yo quien se queje.
Volvieron una vez más con Trapeze, en este caso interpretando «Touch My Life«, de su disco «Medusa» (1970). El trabajo de Aldrich (Whitesnake, DIO, Revolution Saints…) en las seis cuerdas es tremendo. Dosis justas de virtuosismo, pero siempre al servicio de la canción. Glenn nos cuenta cómo le conoció hace años en la casa de Ronnie, cuando aún formaba parte de su banda. Atacan la bella «Sail Away» del mk3 y siguen con una concesión a la carrera de su rubio hacha tocando «Good To Be Bad» de la serpiente blanca, finalizado con un solo de Doug que no me gustó mucho, la verdad. Glenn se retira durante esos instantes, para volver crecido y atacar el punto álgido del concierto, un «Mistreated» explosivo alargado hasta el infinito mediante una demostración vocal absolutamente espectacular, aderezando con texturas jazzys la parte final del tema. Una versión tremenda. El show está siendo soberbio.
Tras la gran ovación enlazan con «Can´t Stop The Flood«, de su Cd «Building The Machine» (2001), que acaba en una jam entre Aldrich y Engborg finalizada por éste y su solo de batería. Mucha pegada la del sueco. Me parece que este tipo ha visto muchos videos de Bonzo fijo. Para cerrar la parte principal, un hipervitaminado recuerdo al primer álbum de Black Country Communion con «One Last Soul«, y final bien arriba con «Soul Mover«. La gente está encantada de la vida con el espectáculo que acabamos de ver. Muy, muy grande el señor Glenn Hughes.
El bis lo formaron dos canciones. Otra vuelta de tuerca al disco con Bonamassa interpretando «Black Country«, y el esperado final con un «Burn» elevado a la enésima potencia y coreado por todo el personal. Glenn nos anunció que vuelven el año que viene seguro. Allí estaremos para contároslo.
Agradecimientos a Noise On Tour por su ayuda para hacer esta crónica.
Texto de J. M. Martínez. Fotos de Koldo Orue.