Texto por Federico Navarro.
En la época medieval los alquimistas, antepasados de los actuales químicos, buscaban infatigablemente la piedra filosofal, que sería capaz de transformar cualquier metal en oro. Eran tiempos de experimentos inimaginables, como el que ha llevado a cabo Caustic Roll Dave mezclando Blues y sonidos industriales mediante una fórmula que volverá a brillar la noche del 23 de enero en Freedonia, sala ubicada en el número 6 de la Calle Lleialtat, en pleno Raval barcelonés. Allí, en esos territorios que antaño poblaba el detective Pepe Carvalho, esculpido por mi añorado Manolo Vázquez Montalbán, David Vilà, el hombre que se esconde tras esta curiosa nomenclatura artística, desplegará todo su hechizo ante su cada vez más nutrida legión de seguidores. La cita será a las 22.15 horas. Y ésa será una ocasión muy especial, pues Vilà no se prodiga mucho en directo, por lo que sus recitales constituyen todo un acontecimiento.
Banda de un solo hombre, Caustic Roll Dave tiene tras de sí un pasado en forma de dos discos, Long Term Music (2011) y Approaching Noise (2014), aunque en los noventa este músico infatigable se bregó en muchas otras formaciones que -cosas de la vida-, permanecen sólo en la memoria de unos pocos. Pero lo que no ha olvidado David es la influencia de Nine Inch Nails ni de otras tantas formaciones que marcaron aquellos años tan únicos. A ello se añade la base del Blues más clásico, aquel que Robert Johnson interpretaba a las orillas del Delta del Mississippi, y ese ingrediente secreto que un verdadero mago no desvelará jamás. De hecho, el resultado final huye de etiquetas para entrar en el largo camino de una discusión bizantina: ¿Blues Industrial?, ¿Electro Blues?, ¿Indie?… ¿Qué más da? Sencillamente, estamos ante algo tan inexplicable y, a la vez encantador y misterioso, como aquellos vetustos laboratorios donde se creaban piedras con poderes imposibles.
Fotos por Desi Estévez.
