Mescaleros abrió fuego la noche del 30 de enero como sólo ellos saben hacerlo, es decir, con toda la artillería pesada en acción. En la retaguardia, el bajo de Manu Reno defendía el flanco izquierdo del escenario mientras que Sergio Gavín marcaba con su batería el ritmo sobre el que cabalgaban, como monturas desbocadas, las guitarras de Alfonso Digón y Javier Salinas.
Y, al frente de este batallón musical, Amadeo Digón, disparando con su voz las letras de sus dos discos, esa novedad llamada “No Man’s Land” (2015) y el también intenso “Till The End” (2011). Así son estos barceloneses, unos hombres que hacen de una peculiar mezcla de Hard Rock, esencias sureñas y claras estructuras Pop, una combinación imbatible que presentó batalla ante un nutrido grupo de fans que se presentó en esta nueva sala de Barcelona, la preciosa el Mono Loco (C/Bailén, 22), únicamente con la intención de pasar un buen rato.
Ya con “Sick and Thick” quedó claro que esta banda había llegado para quedarse aunque en esta ocasión, como esos grandes generales que hicieron arte de la estrategia, se guardaron dos ases en la manga: el primero fue Panther, cantante de la banda hermana Hotfeel, a los que vale la pena tener en cuenta. Quien ha escuchado cantar a esta chica sabe que su clase y poderío no se van a quedar aquí y que se hablará de ella más a menudo de lo que se hace en la actualidad, cuando sólo las reporteras como yo husmean en salas, bares y garitos en busca de ese talento que los grandes medios de comunicación ignoran. Poderosa. Única. Reina. Ella y Amadeo compartieron micrófono y talento en “Portrait” y “Cries In The Night”, dos temas que con el tiempo están adquiriendo categoría de clásicos.
Todavía quedaba un golpe de efecto para deslumbrar a un respetable que enmudeció cuando la bailarina Merche Ferrer hizo acto de presencia danzando sobre una barra vertical haciendo una exhibición de esa disciplina llamada pole dance. Preciosa y sexy. Este toque de fino erotismo hizo que gran parte del público masculino distrajera su mirada del escenario, donde la formación atacaba “Link For a Dream” y recordaba aquella batalla llamada “Gettysburg”. Pero eso ya era lo de menos, porque los Mescaleros habían ganado una vez más.
Texto por Claudia Daluz.
Fotos por Ramón Hortoneda.