El Último Waltz en Frías es el proyecto vital que durante estos últimos meses ha impulsado Joserra Rodrigo, amante de la música, de la vida y de su pueblo, convirtiendo a esta pequeña localidad medieval al norte de Burgos, ¡en un hito musical! De este fin de semana de primeros de julio saldrán muchos proyectos, porque no podemos decir adiós así. Los que hemos asistido necesitamos algo a lo que agarrarnos. Hoy mi cabeza no acaba de encontrar su sitio, sigue allí.
El viernes Frías empezó a recibir a los primeros visitantes a eso de las ocho de la tarde. La ciudad se inundó de música. El patio del castillo de los Velasco, uno de los castillos roqueros más espectaculares de Castilla, se convirtió en escenario singular. Las vistas desde sus ventanas y almenas eran impresionantes.
Copérnico Dreams de Castro Urdiales, proyecto de Chus Gonzalez y un disco publicado “Sunrise” (2015), que ha supuesto la puesta de largo de esta banda, iniciaron los acordes.
Frank, originarios de la bella Donostia, continuaron con el espectáculo. Sara Comerón inundó con su voz y guitarra acústica el cielo de Frías. El ambiente se iba caldeando para lo que se avecinaba.
Danny & The Champions of the World llegados de Londres para la ocasión reventaron los altavoces, las almenas saltaron por los aires y las estrellas en el cielo brillaban más que nunca. Rock, soul y blues a partes iguales con un estilo personalísimo en la voz de Danny Wilson.
Los últimos del día, Still River, magnífica banda que llegaba desde Bilbao, nos dejo en los límites de lo físico. El norteamericano Dan Cabanela junto a sus músicos, atacó la estela de Danny & The Champions. La música traspasó el espacio y nos hizo vibrar.
Segunda jornada del Ultimo Waltz en Frías.
El sábado transcurrió con actuaciones en diferentes puntos de Frías. A media tarde, cuatro lumbreras: Fernando Navarro, Joserra Rodrigo, Mikel Muñoz y Miguel López nos hablaron desde el corazón de cada una de sus experiencias en relación con la música de The Band. Vida y muerte y otra vez vida, un ciclo sin fin.
Y ya cuando el calor iba disminuyendo, entraron en escena The Walnut Co. Qué decir de esta banda de Bilbao. Qué decir de su batería, un jovencísimo Levon Helm reencarnado.
LGEB, La Gran Esperanza Blanca de Valencia, atacó sin contemplaciones con Cisco Fran al frente de la banda. El ambiente se iba caldeando.
La música del Último Waltz rompió las barreras y Fakeband tras tocar algunas canciones de su repertorio, puso al público en pie con interpretaciones de The Shape I’m In, Ophelia, Caravan, The Night They Drove Old Dixie Down, Stage Fright, Who Do You Love?, Helpless, Evangeline, …con invitados de lujo que se ponían en la piel de Ronnie Hawkins, Neil Young, Van Morrison con sus patadas al aire, Emmylou Harris…
El fiestón en Frías estaba a punto de concluir. Bantastic Fand desde Cartagena nos hizo disfrutar con lo que más les puede gustar, tocar puro rock americano, lleno de matices, oliendo a Bob Dylan, Petty o Neil Young pero tremendamente personales. Nacho Para, el periodista de la banda al frente, interpretaron a veces blues, a veces funky y a veces soul.
The ZimmerBand oriunda de las Merindades, pusieron el punto final. Nadie se quería ir.
Fue un fin de semana lleno de emociones en un lugar inimaginable, ¡mágico y eterno!
Texto y fotos por Ana Hortelano.
