Nashville Pussy– The Hammer Killers. Kafe Antzokia el 7 de julio de 2016.
Estamos el año 50 antes de Jesucristo. Toda la Galia está ocupada por los romanos… ¿toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles galos resiste todavía y siempre al invasor…
Sabemos que los lectores de Dirty Rock tenéis muy buen gusto y un nivel culturalmente muy elevado, así que no cabe duda de que todos habéis reconocido la memorable introducción que abre todos los cómics de Astérix El Galo. No se me ha ocurrido una analogía mejor para daros una idea del agobio total que sufre un rocker en la ciudad de Bilbao durante los tres días que dura el festival BBK Live, que en los últimos tiempos ha virado su programación de manera clara hacia sonidos electrónicos e indies… por cierto, ¿qué leches es el indie rock? ¿qué cojones es el high energy?… por lo que a mí respecta un contoneo de caderas de las Supremes tiene tanta potencia como un guitarrazo de The Hydromatics, así que no acabo de ver el significado del término. En cuanto a las ¿bandas? que nos atormentan durante estas jornadas en el botxo, si el adjetivo intenta describir a músicos que cogen las guitarras con la misma emoción que un químico manipula un matraz en el laboratorio universitario de turno, definitivamente no puede ser más acertado. Supongo que lo que digo no agradará mucho a los que piensan que engendros como 30 Seconds To Mars son los nuevos Rolling Stones, pero me la pela.
En este caso la irreductible aldea resistente frente a los romanos gafapasta invasores fue el Kafé Antzokia, que nos permitió durante una noche dar rienda suelta a nuestro amor por las guitarras desbocadas al algo más de una centena de personas que nos acercamos a ver la visita del volcán Ruyter Suys y compañía. Los Pussy se han embarcado en una gira europea montada alrededor de sus actuaciones en tres de los festis más potentes de este año en el continente: el Hellfest y el Motocultor en las Galias y el Resurrection Fest en Galicia. Están presentando su recopilatorio “Ten Years Of Pussy!”, que cubre temas de los tres discos que han grabado con la compañía SPV desde que firmaron con los teutones: “Get Some!”, “From Hell To Texas” y “Up The Dosage”. También se incluye en el pack un segundo CD grabado en vivo en Nottingham en el año 2009.
Los teloneros encargados de calentar el ambiente fueron los Hammer Killers de Bermeo, Bizkaia. El trío no bajó el pistón durante toda su actuación con canciones como “Road Warriors”, “R´N´R Division”, “Os Voy A Joder”, “Over The Top” o “Black Jack”, y demostraron que su amor por G.G. Allin y Motörhead debe ser muy intenso. Nos tomamos a gusto una birra mientras les vimos. Acabaron su set con “Hammerland” y “Miedo Y Asco”. Han editado tres discos hasta el momento: “Assasin Rock” (2008), “Acero Y Sangre” (2013) y el reciente “Rock & Roll Division”.
Tras posar unos minutos antes con nuestro reportero gráfico Koldo Orue, la dulce y simpática Ruyter, Bonnie Buitrago, Blaine Cartwright y su batería para esta gira Rob Hulsman -también en Kentucky Bridgeburners y en Nine Pound Hammer-, tomaron las tablas una vez más. Creo que, junto a The Quireboys, posiblemente Nashville Pussy sea la banda que he visto en vivo más veces en mi vida, desde que debutaron en 1998 y empezaron a visitar nuestro país de manera asidua en esta gira sin fin en la que llevan inmersos desde hace 18 años ya.
Abrieron con “Come On Come On”, “Rub It To Death”, “I´m So High” y “PillBilly”, y durante los siguientes 90 minutos la cosa fue mejorando de manera progresiva. La señora Suys estuvo hiperactiva desde el minuto uno como es habitual en ella, pero a Blaine y Bonnie les he visto más entregados en otras ocasiones. Ruyter nos comentó que el batería Jeremy Thompson no hacía este tour europeo, pero no dijo nada de que estuviese fuera del grupo. Desde luego el empuje tras los tambores de Hulsman fue mucho mejor, porque aunque estoy seguro de que Jeremy es fan de Rush fijo, el hombre no es Neil Peart, para qué nos vamos a engañar.
La parte central del concierto la ocuparon canciones como “High As Hell”, las tremendas “Wrong Side Of A Gun” y “Shoot First And Run Like Hell”, o “Hate And Whisky”. Aquí disfruté mucho al recuperar temas de su segundo álbum, que es mi favorito de toda su discografía… Hulsman hizo un pequeño solo de batería, Blaine jugó con el pie del micro como es costumbre y bailó en su estilo southern habitual, mientras Suys seguía arrastrándose por el suelo mientras castigaba su Gibson y provocaba a las primeras filas. Por cierto, no me hubiese gustado nada estar en la piel del tipo que recibió en toda la cara el escupitajo de Jack Daniels propulsado desde la boca de la guitarrista.
Terminaron la parte principal con “Going Down Swinging”, “Everybody´s Fault But Mine”, “Up The Dosage”, “Go To Hell”… y lo mejor del show para mí, una “Good Night For A Heart Attack” fantástica alargada hasta el infinito mientras Blaine bebía cerveza desde su sombrero de cowboy. Con “Why Why Why”, de su disco producido por Daniel Rey, remataron antes de los bises. Esta vez fueron tres, los habituales “Go Motherfucker Go” y “Fried Chicken And Coffee” de su memorable LP de debut “Let Them Eat Pussy”, más “Struttin´ Cock”, donde Ruyter se cargó las cuerdas de la guitarra como de costumbre antes de dirigirse a la mesa del merchandising para repartir besos, fotos y abrazos con todo el que se lo pidió. Por Tutatis que disfrutamos mucho. A cuidarse.
Texto de J. M. Martínez. Fotos: Koldo Orue. (sitio web de Koldo Orue)
