SCR pasaron el sábado 9 de julio por el Mojo Club en Gran Canaria para presentarnos su segundo disco «Sado» dentro de una minigira por Canarias.
SCR o lo que es lo mismo sota, caballo, rey…que para nada, o lo que vimos la noche del sábado no es más que sincero y contundente rock, vomitado por Eduardo Molina (Idealipsticks, Tomaccos), José Alberto Solis (Última Experiencia, Wyoming y Los Insolventes) y Lete G.Moreno (Angel Stanich, Idealipsticks..) nueva cara temporal, adaptado 100% al puesto, con Juan de Dios Martín en la producción. Una cruda y brutal descarga de rocanrol nos alegró la noche a un grupo de privilegiados, atravesándonos con su energía garagera y sus latigazos blues, salvajes y elegantes, publicaron su segundo disco “Sado” de nueve temas, en noviembre del año pasado, tras “Hipnosis” (2014).
«El Dinero» y «Cinco cuerdas» de su primer trabajo abrieron el bolo mostrando sus intenciones a los presentes, «Simbiosis» y su riff adictivo, «Contigo y Contra Ti» todo un slow blues que Eduardo consideró como la «balada» del nuevo disco, con «Grita» ganas de otra cerveza, de gritar y de corroborar el bolazo que nos estábamos gozando, «Mi Traviesa» y sus aires sureños a golpe de slide, así fueron repartiendo cartas estas tres figuras de la baraja.
«La Vieja» con su estribillo pegajoso, letras sucias y reales, sin mermelada, «Sado» y su fantástica entrada de batería que desemboca en un pegadizo riff de reminiscencias zeppelianas a modo de estribillo y letra visceral.
«Puedes» y su persuasivo mensaje terminando con «Arma», tres pibes con actitud, amantes del rock, detallistas en su crudo directo junto con una cuidada producción con variedad de recursos y efectos en su justa medida, wah de guitarra, slides con ese toque utilizado en la línea vocal, nos recordaron a nuestros queridos Wolfmother y a guitarrazos a Jack White, un valor al alza el de estos tres simpáticos figuras de la baraja del rock estatal, un torbellino de frescura llamado SCR. Mientras en la inmensidad de la urbe el copia y pega del tributo suma y sigue.
Texto y fotos por Jabier Rioboó y Adal García.
