Iron Maiden recibieron una calurosa acogida por el público madrileño en lo que fue la presentación en directo de su último trabajo en estudio «Book of Souls» el pasado 13 de Julio en el Barclays Center o para los más nostálgicos el Palacio de los Deportes de toda la vida. A reventar estaba el aforo para recibir a uno de los grupos estandartes del heavy metal mundial junto a The Raven Age que no pudimos presenciar ni un solo tema de su actuación.
Iron Maiden una vez más en Madrid uniendo generaciones y diversos gustos musicales, padres con hijos, heavies de toda la vida con curiosos que querían olisquear que era eso de las melenas, el cuero, camisetas de calaveras….
Atronadores, en plena forma, tras cuarenta años encima de los escenarios sus conciertos siguen siendo un auténtico espectáculo. Pantallas gigantes, derroche de juego de luces, fuegos… y una aptitud por parte del sexteto británico de no defraudar. Así salieron… a por todas!!! Defendiendo el porqué han sido y son una de las formaciones más emblemáticas del heavy metal mundial. Tres guitarras que se disputan el protagonismo, cada uno a su manera, mientras Dave Murray y Adrian Smith hacen virguerías con las seis cuerdas, Janick Gers baila, gesticula y hace lo que le viene en gana mientras no deja de dar su toque especial para que los temas tengan la contundencia perfecta.
Así son encima del escenario desgranando los nuevos temas intercalados con los viejos clásicos desprendiendo esa garra e ímpetu donde el Palacio se vino abajo. Desde sus inicios han sabido mantenerse fieles a un estilo musical, empeño inalterado por su miembro fundador Steve Harris que sigue haciendo alarde de su poderío a las cuatro cuerdas de su enérgico bajo.
Con la máquina Maiden engrasada al máximo aparecía el moderno y renovado «Eddie», icono de la formación británica, haciendo de las suyas en medio del escenario. Su cantante Bruce Dickinson sigue imparable, lejos quedó ese cáncer que se le diagnosticó a principios de 2015, y sigue gozando de una excelente forma física y de una gran voz, junto al vigoroso Nicko McBrain a las baquetas completan esta formación que demostraron una vez profesionalidad encima del escenario y aunque faltaron clásicos salimos con una gran satisfacción. Entre los comentarios que pudimos escuchar a la salida hubo para todos los gustos, nuestra conclusión es que los años no pasan en balde e Iron Maiden vivieron sus años de máximo esplendor, aún así es de admirar su labor de seguir haciendo y de muy buena manera Heavy Metal.
