Daniel Romano nos vuelve a visitar tras su intervención el pasado mes de junio en el Azkena Rock Festival para presentar su nuevo y reciente disco que lleva por título “Mosey”, estuvimos el pasado 15 de septiembre en la Sala El Sol de Madrid.
Llega la hora del comienzo, la luz se atenúa y salen los miembros de la banda que junto a Romano nos van a guiar por este viaje musical que es el nuevo disco “Mosey”, el quinto para ser más exacto.
Daniel Romano ha cambiado, tiene un rostro camaleónico como su música y derrocha energía en los gestos. La banda que le acompaña es perfecta para un compositor tan inquieto, curioso en la vida y arriesgado.
Kay Berkel, acústica y voz, Aaron Goldstein a las cuerdas de la steel guitar, Ryan Peters a la batería y Roddy Richmond al bajo, una recreación de Bob Dylan en su noche de The Last Waltz. Los que hemos tenido la fortuna de escucharle fuimos recibiendo como un chorro de sensaciones los mil matices que guardan cada una de sus canciones. “Quiero romper la fórmula, hacer algo totalmente diferente a todo lo que había hecho antes” , y lo consigue. Cada canción respira de forma diferente con influencias de Bob Dylan, del country, folk, blues, rock pop sesentero, un cocktail tan personal cómo único. Daniel Romano utiliza una paleta musical llena de emociones, se aleja de las modas y crea su propio mundo musical. “Mosey” es un disco impecable, autoproducido y grabado en mono en su propio estudio en Fenwick-Ontario a lo largo de 2015. Romano toca y graba todos los instrumentos y dirige los arreglos orquestales, que unido a su voz maravillosa, interpreta variaciones que erigen cada canción con personalidad propia.
En un momento dado, tras un descanso fugaz, la banda y el propio cantante cambian los instrumentos, el artista se instala ahora a la batería, pero es una broma. Tras algunos acordes vuelven cada uno a su sitio. El concierto evoluciona hacia adelante…”hay que moverse, pase lo que pase”. Es un artista muy joven y al mismo tiempo tiene una madurez vital y musical extraordinaria. Muchos Daniel Romanos en esa figura enjuta, austero en apariencia y vestido de negro. Al acabar el concierto, se despide de cada uno de los miembros de su banda con un beso en los labios. Es una forma de sellar esa conexión que les une sobre el escenario. Las caras del público son de cierta ensoñación. Salimos de la Sala El Sol saboreando su música y deseosos por asir nuevos matices de este su nuevo álbum.
Texto y fotos por Ana Hortelano
Daniel Romano & Band@15 septiembre 2016 Sala El Sol Madrid.Fotos Ana Hortelano.
