Provocador. Duro. Callejero. Macarra en el gesto, pero simpático y encantador en las distancias cortas. Así es Star Mafia Boy, fiel heredero de la filosofía de los Burning aunque añada a su fórmula unas gotas más procedentes de los New York Dolls, Hanoi Rocks e incluso los Rolling Stones. Guitarras punzantes, bajos para hombres, baterías que suenan como debe ser y estribillos que te persiguen de manera obsesiva y que se podrán escuchar el 10 de diciembre en la Sala Monasterio (Barcelona) y en La Mala (Madrid) a la semana siguiente.
Con canciones con títulos como “Amor prohibido”, “No quiero despertar” y “Nunca dejes de luchar”, Francisco José Rodríguez Pinto, verdadero nombre de este héroe del Madrid más real, vuelve a tejer su telaraña en Barcelona, donde grabó su nuevo disco “Adicto a la pelea” (Vaso Music) y pudo hacerse con las colaboraciones de varios artistas locales enamorados de su propuesta. De hecho, Sue Gere, bajista de los Slavedown produce esta obra en la que también participan dos de los Lipstick, Sugar Kane y Frank Castillo, además de Kory Clarke y Charly’90, líder de los irreductibles Chaqueteros.
Dicho de otra manera: personas que se respetan y que saben de lo que hablan, cantan y tocan, por lo que el resultado final sigue sabiendo a tragaperras, cerveza y asfalto. La versión del “20th Century Boy” mano a mano con Kory es para quitarse el sombrero. Enriquecido por todas estas colaboraciones, el mensaje sigue siendo el de las dos primeras entregas cinematográficas de Rocky Balboa: enfréntate a los problemas con fuerza, levántate de la lona cuando te golpeen y si Apolo Creed te invita a un combate acepta encantado cantando “Ven conmigo al ring”.
