Sólo hay una cosa peor que una audiencia escasa para un grupo con buenas canciones y un directo más que solvente. Y es que la mitad de esa audiencia escasa se dedique a cacarear ruidosamente durante todo el concierto. The Congress se merecían mucho más que reducirse a ser «eso que suena de fondo» para un puñado de garrulos congregados en la Boite una noche de martes. Las seis personas exactas que intentamos disfrutar de la actuación a pesar de las condiciones adversas nos encontramos a una banda sólida y con influencias muy variadas, partiendo de un rock sureño con vocación por los desarrollos instrumentales.
El guitarrista Scott Lane y el bajista Jonathan Meadows se alternan a las voces en una formación completada por batería y teclado. Con apenas dos discos editados (más un par de EPs), se desenvuelven con la firme seguridad de unos músicos que creen en sus canciones y disfrutan presentándolas a quien se preste a escucharlas, sin dejarse influir por los que andaban por allí de cháchara.
The Congress aportan juventud y frescura construyendo su propio enfoque sobre la música tradicional americana, a la que recurren también entre las numerosas versiones que añaden a su repertorio. No es extraño que rescaten, por ejemplo, Killing Me Softly popularizada en su día por Roberta Flack pero ya actualizada a través de grupos como The Fugees, o al Dylan que Marcus Mumford recupera en The New Basement Tapes.
Otro descubrimiento más que agradecerle a Sound Dealers, expertos en rastrear talentos ocultos con poca repercusión pero siempre de indiscutible calidad.
Fotos y texto por CGM
