Una mezcla indescriptible de pureza y rabia invadió el escenario de la Sala Changó Live el 22 de Noviembre, donde recibíamos al frío madrileño con un lingotazo del más puro whisky de Tennessee a manos de la banda de hard rock-country abanderada de Nashville, The Cadillac Three.
Con dos grandísimas lochas a sus espaldas y una leyenda impropia de tan corto recorrido discográfico comenzaba un show que desde el primer acorde prometía llevarnos por todo lo alto. Un aire country descarado, pero rasgado desde lo más profundo del hard-rock-blues con tintes Acedecianos y Ledzeppelianos. Un auténtico subidón que nos hizo sentar las bases desde el principio para reconocer que la mitología que traen consigo no se ha forjado fruto de un marketing desmedido a lo Blackberry Smoke. Todo lo contrario, no es que sean buenos, su potencia en vivo les hace justicia y son mucho mejores de lo que se les supone. Dejando su sonido de estudio a la altura del betún con su escalofriante directo.
Alternando Gibsons de doble pastilla humbucker para sacar el sonido más burro posible de su SG, el bueno de Jaren Johnston, brazo tatuado letra a letra con el nombre de la ciudad que adora, nos dejó de piedra y boquiabiertos ante su despliegue de capacidades melódicas y artimañas a las seis cuerdas. Kelby Ray es un maestro absoluto al slide guitar, que viste majestuoso una falda-bandera con el escudo de la ciudad de Nashville. Neil Mason es una fiera con dos baquetas en las manos y una hiperactividad que le hace tocar de pie por momentos, su pegada es mortífera y cada golpe suena en su sitio para llevar en volandas a sus dos compañeros que no acusan en ningún momento la ausencia de bajista. Realmente no les hace falta alguna. Así desnudos, ya suenan a purita gloria.
Desde su última publicación, el maravilloso «Bury Me In My Boots», toda una declaración de intenciones alusiva al deseo de morir con las botas puestas, nos brindan temas como «Slide», «Soundtrack To A Six Pack», «Graffiti», «White Lightning», «Peace, Love & Dixie» y «Runnin’ Red Lights». La producción del disco es brutal y en directo las canciones demuestran su solvencia volviendo loca a la parroquia que se va asalvajando poco a poco con los trallazos de los Cadillac.
De su primer trabajo nos regalan «I’m Southern», «Back It Up», «Life», «Whiskey Soaked Redemption», «Down To The River», «Days Of Gold», «I’m Rocking», su gran himno «Tennessee Mojo» que sirve para dar nombre al disco y «The South», que ya maravilló a la mismísima Rayna Jaymes, personaje de ficción protagonista de la serie de ABC, «Nashville», que Connie Britton produce y en la que da vida a esta diva del country fundadora del sello «Highway 65», para el que intenta fichar a los Cadillac Three en uno de los capítulos:
The Cadillac Three son unos músicos como la copa de un pino, a pesar de su corta edad y recorrido. Son irreverentes y gamberros, disfrutan de su música y nos hacen disfrutar a todos de una propuesta que lanzan desde la honestidad.
Al igual que Tim Easton, estos tipos brillan con luz propia en Nashville, con lo difícil que eso es. En la misma semana hemos visto pasar por la ciudad, con gozo, a ambos astros y nos hemos empapado de ellos. ¡Camarero! , una ronda de su mejor whisky de Tennessee para celebrar el desparpajo y la cara dura de estos tres chavales que desprenden puro sabor americano por los cuatro costados sin necesidad de artificio adicional alguno. Hoy, más que nunca…Salud!