Adiós a Paloma Chamorro, adiós a la Edad de Oro y entrevistas

Paloma Chamorro, uno de las imágenes televisivas más importantes sobre todo en los años 80 con programas como La Edad de Oro y anteriormente como una de las grandes divulgadoras de la cultura artística y literaria en nuestro país como como Galería, Cultura 2, Encuentros con las artes y las letras, Trazos, o Imágenes, falleció ayer a la edad de 68 años.

Para muchos de nuestra generación, irrepetible Paloma que llegó a ser procesada por ofensas a la religión, precisamente por el contenido de ese espacio que le dio la gloria y que terminó en 1985, La Edad de Oro. Una vez absuelta tuvo dos programas más en TVE, La estación de Perpiñán (1987) y La realidad inventada (1988).

La edad de oro fue el compendio audiovisual del movimiento artístico, cultural y musical que se dio en llamar la ‘Movida‘. En el plató, Paloma Chamorro alternaba entrevistas con actuaciones musicales y reportajes, en un intento de mostrar a un público mayoritario lo último en manifestaciones como la música, la escultura, el cómic o la pintura, emitido por la segunda cadena de TVE en la noche de los jueves entre 1983 y 1985, en directo con una duración de hora y media a tres horas cada semana.

El primer programa de La Edad de Oro se emitió un 17 de mayo de 1983 con una edición especial de homenaje a Eduardo Benavente, que apenas tres días antes había fallecido en un accidente de coche. Para la ocasión Paloma logró reunir a todos los miembros de Kaka de Luxe que, tras interpretar varios temas juntos, dieron paso a las actuaciones individuales de los grupos surgidos de la seminal formación (La Mode, Radio Futura y Los Pegamoides).

España aún se encontraba en aquellos años en tierra de nadie en cuanto a un circuito de las grandes giras y fue con aquel pequeño programa que se emitía en la segunda cadena a altas horas de la noche logró que gente como Culture Club, Tom Verlaine, Elliot Murphy, Aztec Camera, Mark Almond, The Sound, Johnny Thunders, Violent Femmes o The Lords of the New Church pisaran su escenario. Además The Smiths, Lou Reed, Nick Cave, Echo and the Bunnymen, The Psychedelic Furs y Spandau Ballet dieron conciertos exclusivos para ellos en otros recintos distintos al plató de televisión.

Durante los 2 años de emisión de La Edad de Oro, su contenido transgresor en aquella época, provocando que los sectores más conservadores tuviesen al programa en su punto de mira, sobre todo aquel programa emitido el 16 de octubre de 1984 en el que aparecieron un crucifijo con cabeza de cerdo, el simulacro de una misa católica y una pareja desnuda metida en un ataúd, la Conferencia Episcopal Española inicio una guerra sin cuartel contra ellos y Alianza Popular, el PP de ahora y Convergència i Unió llevaron sus quejas al Congreso de los Diputados. Al final el abogado de Burgos Juan Riu presentó una querella contra TVE y la presentadora por profanación de los sentimientos religiosos aunque, tras un largo proceso, en 1991 el Tribunal Supremo determinó que el delito no existía. El 2 de abril de 1985 apareció por última vez en nuestros televisores.

Periodista con muchísimo talento, e irrepetible, como pocas en el arte de hacer programas de entrevistas extensas y en profundidad, y de una época en las que compartió escena junto a Carlos Tena, Ángel Casas, Moncho Alpuente o Diego A. Manrique. Incuestionable aquellos programas como Popgrama y La Edad de Oro. Y por qué no decirlo Aplauso, Tocata y Cantares que marcaron toda una generación.

Artículo publicado en el diario ABC el 17 de octubre de 1984 acerca de aquel programa de La Edad de Oro sobre el crucifijo y demás, titulado «Un programa blasfemo»:

Con un vídeo de ‘Vagina ‘Dentata’ en la que el ‘artista’ apuñala y sablea una cruz sangrante, mientras una plataforma imita un altar y se reproducen a órgano ecos litúrguicos quizá sacrales, terminó el programa – ¡con el Copyright de TVE, S. A., señores! – de la ‘Edad de Oro’ la noche del martes. Antes, el grupo Psychic TV – Jordi Valls, Derek Jaman y Génesis – exhibió, entre otros, un ‘clip’ con un cristo con cabeza de cerdo en marco satánico, mientras se invitaba, con algún que otro gesto ‘porno’, a la audiencia a vivir en el ‘templo de juventud psíquica’ que, por lo que se vio y oyó, debería terminar con las inhibiciones generales y la sumisión total de la audiencia y los invitados, ya que el cantante quería sobre todas las cosas ‘follar al público’ (rigurosamente sic). Lógicamente, antes de comenzar, la presentadora y directora del espacio invitó insólitamente a los espectadores a una de estas tres cosas: apagar el televisor, irse a otro canal o prepararse para ver algo poco ‘delicado’ y ‘revulsivo y agresivo’. Nos dijo también que aquello requería dosis de formación que no solían estar al alcance de todos. En aras de la objetividad debió indicar también que la preparación del programa había impulsado, al tomar conciencia de ellos, a la renuncia del jefe de producción del mismo y al rechazo de algunos trabajadores del estudio. Otro de los ‘clips’ había sido prohibido en Gran Bretaña, que ya es decir. La realización del espacio, muy puntual, localizó a grupos de visitados y a diversas manifestaciones fuera del gusto generalizado de Génesis. Un mensaje largo, pasado a velocidades de vértigo por el telepronter nos indicaba que toda convicción previa de respeto religioso era una característica propia de imbéciles. Sí, señor: los ingleses son unos antidemócratas.

No señaló Paloma Chamorro que lo que estaba emitiéndose vulnera objetivamente, además del buen gusto ‘generalizado’ los principios básicos de la programación (1980) sacados del Estatuto y firmados por un socialista, que obligan a los profesionales del medio, entre otras cosas, a respetar las instituciones sociales y a la Iglesia católica y las demás comunidades religiosas. Más adelante, el mismo contexto señala que la televisión no da el tiempo necesario a las emisiones religiosas al contrario que en el resto de Europa. ¡Y el poco tiempo que emite en esta onda sensible… lo aprovecha la programación para espectáculos como éste, que deberían, por sí mismos, derivar en la dimisión del responsable! Naturalmente, las lalmadas telefónicas bloquearon la centralita. Ahora queda el derecho de rectificación y pendiente la protesta de asociaciones y de una central sindical interna. Desde la famosa actuación de Las Vulpes no se había conseguido en la actual programación otro ‘éxito’ como este.

Adiós a Paloma Chamorro, adiós a la Edad de Oro y entrevistas 2017

 

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