30 de enero de 2016. Ganas de olvidar. De pasar página y dejar atrás un año donde la dama de la guadaña ha segado la vida de genios como David Bowie, Leonard Cohen o Prince y de actrices como Carrie Fisher o su madre, Debbie Reynolds. Tocaba ser felices en la barcelonesa Sala Monasterio, pero añadiendo el toque rebelde que impusieron los chicos de En La Stakada, un cuarteto de la localidad catalana de Pallejá que lleva siete años curtiéndose la piel en los escenarios. Su discurso es el de un Punk rabioso y reivindicativo de lo más clásico aunque también de lo más eficaz a tenor de los bailes y entusiasmo que cosecharon entre el público que poblaba la sala. Porque si algo se debe recordar siempre es la dignidad y la lucha por la supervivencia de una clase obrera a la que la voz de Enrique Delgado recordó que era necesaria una “Respuesta” y que ya era el momento de dejar de estar “Dormidos”. Secundado por la artillería pesada del bajo de Álvaro Rodríguez y la batería de Michael Pérez tampoco se quedó en la retaguardia el guitarrista Mark Vergara. Con los aplausos como premio, quedó patente que las enseñanzas de Barricada y la renacida Banda Trapera del Río y no cayeron en saco roto.
Tras ellos ocuparon el escenario las Holy Wilders, tres chicas procedentes de la cercana Terrassa que cambiaron la estética urbana de sus predecesores por el glamour de su presencia y sonido. Preciosamente conjuntadas, vestidas de negro, lentejuela y carmín, los temas de su primera maqueta “La Mafia” fueron el eje de una actuación basada en un potente Pop aliñado con toques stoner y cierto regusto Grunge. Brillantes.
La cantante y guitarrista Ana B.Side mostró que, pese a su apodo, canciones como “Give Me More” jamás merecerían estar en la cara B de un single, sino encabezando una lista de éxitos. Junto a ella, Annabel Ly, mujer que extrajo su mote de aquellos hermosos versos de Edgar Allan Poe, mantuvo el ritmo a las baquetas en sincronía con la bajista Mohnny Cash mientras salían entre aplausos y no precisamente por “La puerta de atrás”, otro de los temas más aplaudidos. Con sabiduría, concluyeron su actuación que con “Cherry Bomb”, esa grandísima pieza de las Runaways, la banda femenina por excelencia.
Pero la guinda del pastel, ese final de fiesta previo a la llegada del 2017, fue obra del Antikaraoke de César Martín, espectáculo donde quién lo desee puede reinar sobre las tablas. Presentado en esta ocasión por Jou Mistika, Andrea Bladi Mir y Fabri Pedrero, no hubo ni un minuto de descanso durante horas y horas de auténtico frenesí rockero. A interpretaciones apasionadas de “Run To The Hills”, clásico de Iron Maiden, a cargo de José Ramón Porte o una “Sweet Child O’ Mine” elevada al cielo por Rus Velikaya, se añadieron los preciosos números de baile y striptease de Marina Salvador y sus Burlesque Girls BCN. En resumidas cuentas, una receta perfecta para degustar los próximos 365 días del año: buen humor, amor por la música y una sonrisa de oreja a oreja.
Fotos Desi Estévez y Rockfels.
