Otis Gibbs publicó el pasado 13 de enero «Mount Renraw», octavo y soberbio trabajo del trovador norteamericano tras Souvenirs of a Misspent Youth publicado hace tres años, disco que celebra su 50 cumpleaños grabado en su propia casa al este de Nashville junto a su esposa Amy Lashley, producido por el guitarrista y productor Thomm Jutz y en el que Justin Moses colabora al violín.
Uno de los grandes trovadores desde hace más de quince años, Otis Gibbs con esa voz áspera y de letra afilada teñida siempre políticos, literatos, de amor y de lamento, letras que siempre se incrustan en la mente y que crecen y crecen a medida que las sigues escuchando como Steve Earle, Pete Seeger, Woody Guthrie o el propio Dylan solían hacer.
Imágenes que se pegan como en «Great American Roadside», «Blues for Diablo» o «Sputnike Monroe» que a modo de gruñido Malcolm Holcombe, Otis Gibbs recita en cada uno de sus once cuentos, como que estarás agradecido de que haya espacio para ti en un camión, de la historia chico-chica en una pequeña ciudad, lluvia en forma de proyectiles, mezcla perfecta de ingenio y arena por parte de este grandísimo compositor natural del estado de Indiana, que comenzara desde muy joven a tocar en pequeños clubs junto a su banda Lost Highway.
Once canciones en «Mount Renraw», nombre de la casa del propio Otis Gibbs que departen sobre gente ordinaria llena de incidentes, de bastardos, de la autoestima y optimismo. Melodías que te agarran al instante con ese brazo alrededor de tu hombro. Uno de los mejores álbumes del 2017.
Escucha el nuevo disco de Otis Gibbs «Mount Gibbs»