Existen espíritus muy parecidos en esa gran nación que es el arte. Por ejemplo, resulta curioso que los ucranianos Sinoptik posean algunos puntos en común con Fractal Depth, quinteto local que abrió para ellos en la barcelonesa Sala Bóveda el pasado 21 de enero de 2017. Desde luego, los Depth supieron ganarse al respetable con una fórmula que enseguida recordó a los Dream Theater más recientes, es decir, a los que optan por un Metal Progresivo realmente asequible al que se añade, con cuentagotas, un poco de Pop. Silvia Antón, que alternó con inteligencia voz y teclados, encontró ese mismo equilibrio entre sensibilidad y contundencia dentro de una formación que tiene en sus dos guitarristas, Javier Cisneros y Arnau Prats, un poderoso argumento para ser mucho más que una joven promesa. Toda la belleza que surgió de piezas como “The Same Old Story”, “Unsinkable” o “Eternal Sunset” también precisó del siempre atento Jorge Luis Garnica “Coche” al bajo y de la batería de Manuel David Vicent. Se percibió fácilmente que todos ellos tienen estudios musicales que constituyen la base perfecta para los territorios musicales que exploran desde hace un par de años y que son la antesala de un futuro prometedor. Hay talento y ganas, por lo que se les debe seguir la pista.
Y es que su líder, Dmitriy Afanasiev-Gladkykh, no sólo demostró ser un cantante más que solvente, sino también un guitarrista de técnica francamente depurada que iba alternando las seis cuerdas con un pequeño teclado clave en esta original propuesta. A su lado, Dmitriy Sakir “Frosby” enarboló una cuidadas líneas de bajo que caminaron junto al ritmo de la precisa batería de Viacheslav Los. Maestros.
Con sólo cuatro años a sus espaldas, este trío ganó la última edición de Global Battle Of The Bands en Berlín, un prestigioso concurso en el que compiten grupos de los cinco continentes. Pero los títulos hay que exhibirlos sobre las tablas y se debe admitir que el jurado de dicho certamen estuvo más que acertado. Por si eso fuera poca garantía, sus canciones son una maravilla. Los temas de su segundo álbum, “Interplanet Overdrive” (2016), fueron el eje de su actuación y cortes como “White Cats” o “Mother Song” transmitieron una energía que bebía de sus muchas referencias, aunque también miraba firmemente al futuro. Lo mismo se puede comentar sobre “Crop Circles”, que sirvió para poner punto y final a un concierto absolutamente irreprochable con dos bandas que comparten pasión, virtuosismo y amor por la música pese a los kilómetros de distancia que pueda haber entre Donetsk y Barcelona.
Texto por Federico Navarro y fotos por Fernando Descarrega.
