El pasado 3 de febrero, Sumergible presentaron su nuevo trabajo de igual nombre. Fue en el Café Teatro Rayuela de la capital tinerfeña, un estupendo establecimiento para los que apreciamos la música en cualquiera de sus vertientes.
La banda
Sumergible, compuesta por Antonio Rojas, Carlos Aguirre, Esteban Santos, Óscar Bennasar y José Rojas, es una banda incansable, devota de su trabajo, «de ensayo diario». Fue en Mayo de 2014 cuando supimos por primera vez de ellos. Desde entonces hasta ahora los cambios han sido muchos y muy consistentes; quizás el más importante es el cambio de actitud. Sumergible se ha convertido en una banda robusta, hecha. Han tomado decisiones serias a nivel de producción y de asesoramiento, y han consolidado un trabajo de mucho mérito y calidad.
Con una imagen cuidada -disponen de un canal en youtube con un par de vídeos muy curiosos, bien realizados- y un directo riguroso y compacto, parecen uno de esos grupos llamados a trascender más allá de la escena canaria.
El disco
«Sumergible» (2017), autoeditado y producido por Manuel Colmenero en los estudios Sonobox, es un disco complejo. De letras de ruptura, dolor, densas en ocasiones. Sonidos pausados y ricos en matices. Pero en ocasiones llenos de vitalidad y luz, muy frescos (en Ríndete, por ejemplo).
A primera vista llama la atención la especial posición que ocupa la voz, la del cantante clara, cuidada y bien articulada y la de los coros, siempre bien elegidos. Las letras, todo en las letras. Las melodías vocales se quedan en el aire al terminar, como los buenos aromas…
En una siguiente pasada son las guitarras y después los arreglos, los teclados y los detalles sonoros -desde mamíferos marinos hasta sonidos desde el móvil- en Tú y yo, una clara muestra. Sujetando todo, el bajo y la batería, discretos, laboriosos y muy correctos.
Escuchando Cien acuden a la mente un montón de buenas influencias y en Se Apaga tomamos clara medida de la intensidad que puede alcanzar la banda.
Este, su más reciente trabajo, es un disco elaborado, «currado» (porque se nota y porque lo sé) . Es una clara y honesta declaración de intenciones. Mucho power pop, algo de rock, bastante poética, fuerza, determinación y mucha sensibilidad. Incluso corren algún riesgo, pero de eso se trata. Es para mí, sin duda, un buen trabajo.
En definitiva, Sumergible viene a ocupar una vacante que desde hace algún tiempo deseábamos ver cubierta. Y vienen con la intención y las maneras necesarias para ocupar el puesto por mucho tiempo. Esperemos que así sea.
Volveremos a ver a Sumergible acompañando a Nunatak el próximo 24 de marzo, aquí, por las islas.
Todas las fotos han sido tomadas de los medios digitales de la banda y realizadas por José Seigar.
