La visita de Bonfire a Madrid no despertó la suficiente expectación para llenar la sala Changó. Incluso cuando no era mala fecha (un domingo) y empezaba a una hora razonable para los madrugadores. Además, presentaban un nuevo disco, Byte the Bullet, que ha ido recogiendo críticas bastante positivas desde su reciente publicación. Probablemente la falta de estabilidad en la formación, con el guitarrista Hans Ziller como único miembro original, y el resto de ellos incorporados al grupo entre 2015 y 2016, haya menguado el interés de sus seguidores, sobre todo tras la marcha de Claus Lessman, el vocalista más constante y carismático que han tenido.
El cartel contaba con el aliciente de incluir a dos buenas bandas afincadas en Madrid con sendos debuts prácticamente recién publicados: Alien Rockin´Explosion y Neon Delta.
A Alien Rockin´Explosion les tocó la difícil papeleta de salir a tocar los primeros cuando la sala estaba prácticamente vacía. Por si eso fuera poco, tuvieron que lidiar con problemas técnicos que contribuyeron a que se mostraran más fríos al principio y les costara empezar a soltarse. Sin embargo, y según iba entrando más público, supieron remontar y acabaron controlando la situación.
Ellos dicen venir del espacio exterior pero su música suena más a calle y a bares que a nave espacial. Hard rock en inglés, directo y desenfadado, ganas de pasarlo bien, y una vocalista con buena presencia y que sabe desenvolverse en el escenario. Les dio tiempo a tocar su primer trabajo (We A.R.E Here!! ) casi en su totalidad, destacando ‘Once a Week’, ‘Spirit Risin» y ‘Taste of Rock’n’Roll’, con la que se despidieron.
Después fue el turno de Neon Delta, también con un disco editado, Imparable, que muestra referencias claras al mejor hard rock americano con letras en español. Salió a finales del año pasado, pero se nota que las canciones ya tienen un buen rodaje en directo y suenan potentes y bien engrasados. La media hora de su disco se les quedó corta y añadieron algunos temas más, como su particular versión del ‘God Save the Queen’ de los Pistols, que, según comentaron, habían tenido la oportunidad de tocar en Londres teloneando a Rosendo. La canción que titula el disco, ‘Imparable’, sirve como buena muestra de intenciones, sonido, y actitud, y con ella cerraron la actuación.
Llegaba la hora de Bonfire y ‘Power Train’ marcaba el punto de partida. Pese a la reciente publicación de Byte the Bullet, ése y ‘Praying 4 A Miracle’ serían los únicos temas nuevos que tocarían, con un repaso también breve al anterior Glorious, con ‘Nothing at All’ y ‘Can’t Break Away’. La mayor parte del repertorio se centró en sus primeros discos, (más hardrockeros que metaleros), con una representación más que considerable de Fireworks, el trabajo con el que alcanzaron mayor cifra de ventas. Encadenaron‘Never Mind’, ‘Don’t Touch the Light’, ‘Hard on Me’ (la única de Point Blank) y saltaron varios años adelante con ‘Under Blue Skies’. No faltaron las baladas (‘Give it a Try’), pero el ambiente se empezó a caldear de verdad cuando aceleraron el ritmo con algunos de sus temas míticos: ‘Sword and Stone’ (su contribución a la película de Wes Craven Shocker; coescrita por Desmond Child como bien nos recordaron) y sobre todo ‘American Nights’, que fue recibida por buena parte del público botando y cantando.
Pese a liderar el grupo, Hans Ziller asume el protagonismo justo en directo y cumple perfectamente a la guitarra. Muy bien asimismo la base rítmica, con Ronnie Parkes y Tim Breideband. Lo habitual sería que la labor de frontman recayera en el cantante Alexx Stahl y, sin embargo, es al guitarrista Frank Pané a quien vemos más a gusto en el papel: posa para las fotos con su mejor sonrisa, intercambia constantes miradas de complicidad con el público, anima a la gente… Stahl no conecta con la audiencia a ese nivel, le faltan tablas y soltura. Ni siquiera supo reaccionar cuando una persona, con varias cervezas de más, empezó a gritarle chorradas. Como vocalista hubo diferentes opiniones, aunque fue inevitable echar de menos a Claus Lessman en los temas clásicos del grupo.
De nuevo volviendo a los inicios, rescataban de su primer disco ‘S.D.I.’ y más del segundo, Fireworks, con otra de las más celebradas, ‘Sweet Obsession’, antes de concluir a lo grande con ‘Ready for Reaction’. En los bises continuarían en la misma línea con ‘You Make Me Feel’ y ‘Champion’ antes de retirarse definitivamente.
El grupo se encuentra en un momento clave para asentar su futuro y reconquistar a sus seguidores. Habrá que ver cómo evoluciona su nuevo vocalista y comprobar si se consolida la actual formación.
Texto y fotos CGM
