Ahora que están de moda las apuestas: ¡apuesten a The Sadies!, siempre se gana. Sonar, suenan como siempre, pero cada día mejor; se nota los muchos años que esta banda lleva junta y se nota que cada uno sabe , yo diría que , a estas alturas ya, intuye, lo que tiene que hacer para ese sonido nos traspase a todos.
El sonido de esas dos guitarras que tan bien se suman, restan multiplican y dividen cimentado sobre una base rítmica que siempre está donde tiene que estar hace de esta banda , para mí, la mejor banda de rock’n’roll del mundo mundial. Dallas Good, a las Fender, dirigiendo el cotarro, Travis Good, que se ha dejado un melenón que asusta, con sus Greich y su violín siempre atento y controlando esa energía que se gasta y el resto de esta banda , porque es una BANDA, Don Mike Blitsky a la batería y Sean Dean al contrabajo no te dan más que alegrías con su música.
Sus discos se disfrutan muy mucho, pero sus conciertos….., no recuerdo ninguno del que no haya salido sonriendo de satisfacción y que, al fijarme en el resto de la gente , darme cuenta de que sale como yo. No olvidaron sus viejos discos alternando con canciones de «Nothern Passages»,su último disco y, por supuesto, no faltaron las tonadas al violín al estilo del más añejo de lo bourbons de los montes canadienses.
Versiones de Love, Screamin’ Jay Hawkins y no localizé la otra que oí, la verdad. Y generosos con sus tiempo como siempre, muy generosos. Señoras, señores, jovenzuelas y jovenzuelos: ¡apuesten a The Sadies!!!
Texto por Ero Cascajo Díaz. Fotos por Ana Hortelano.