Los Deltonos pasaron por la sala El Sol en la que está siendo la gira de presentación de su nuevo y homónimo disco. El buen aficionado sabe que esta es una de las bandas más contundentes y certeras que hay en este país y la respuesta fue buena, llegando casi al lleno. Más de treinta años de impecable trayectoria les avalan, y al final del concierto el único pero que ponían los seguidores era aquella canción que hubieran querido escuchar y no habían tocado. Son las cosas de tener un repertorio que daría para llenar cuatro horas sin bajar el nivel.
El show comenzó con Taquicardia, un tema perfecto para empezar la fiesta. El riff de Elvis, tema de GT; el álbum que consolidó definitivamente la segunda etapa de la banda, hizo que el recital despegara de manera definitiva. Siguieron con Miedo y nuestro corazón se disparó definitivamente con No por nada, la única visita de la noche a su caja de los truenos y Discoteque breakdown, un tema que nunca puede faltar en el repertorio.
Llegó el momento de presentar su nuevo disco. Dicen que titular un disco con el nombre de la banda después de tantos años es una manera de reafirmarse. Los Deltonos lo han hecho con un trabajo que suena como siempre, aunque se intuye un cierto acercamiento al sonido de los gigantes del rock sureño. Sopló el Sur, hacia una inminente Colisión, recordamos Tiempos mejores, seguimos ahí con la Magia en barbecho y nos quedamos confundidos en la penumbra de No saber. Riffs más contundentes que nunca y letras que denotan cierta nostalgia por otros tiempos salieron de la garganta de Röver que, como todo buen cantante, ha ganado en elegancia y matices con los años.
Tras el repaso al nuevo trabajo, recordamos a los amigos que se fueron con Brindemos, que suena como lo que es: todo un clásico del rock español. Saluda al rey volvió a aumentar las revoluciones y dio paso a un par de temas de su anterior trabajo, Merecido y Salud!, para acabar el concierto con Mirar atrás, de Tres hombre enfermos, ese disco mítico que muchos de nosotros tenemos marcado a fuego desde nuestra adolescencia.
El primer bis empezó con Sanmartín, un tema basado en la podredumbre que nos rodea. Repartiendo, otra canción infalible, fue recibida por el público con júbilo, al igual que Gasolina, con la que cerraron de manera triunfal. Pero todavía había más, amigos. No podía faltar el paseo por la Circunvalación, en una versión distinta a la habitual y un final de fiesta en el que Hendrik destapó definitivamente el excepcional guitarrista que lleva dentro repasando dos temazos de Bien , mejor como son Listo y Escucha.
En definitiva, una nueva lección de rock de una banda que, en un país serio, estarían ahora mismo llenando estadios. Destacar también el gran hacer de Javi Arias a la batería, la incansable vitalidad escénica de Pablo Z y la sabiduría de Fernando Macaya, complemento perfecto del gran Hendrik Röver. Y una recomendación: sería imperdonable que pasaran por vuestra ciudad y los dejaráis escapar. Pocos grupos, de aquí y de fuera, garantizan en la actualidad una velada de este nivel.
La gira seguirá en mayo, pasando por Sala Super 8 (Ferrol, día 12), Mardi Gras (la Coruña, día 13), Salason (Cangas, día 19) Porta Caeli (Valladolid, día 20), Red Pier Festival (Grao de Castellón, Spain, día 26) y LA Gramola (Orihuela, día 27).
Texto Javier Casamor y fotos por CGM.
