El pasado viernes 16 de junio de 2017 GAF presentaron un anticipo de Gamma Bay. Fue su primer concierto en público en Tenerife desde la presentación de su anterior trabajo «Sunriser».
El objetivo era mostrar un adelanto de su próximo trabajo «Gamma Bay» que editarán con su sello de siempre, Foehn Records, a finales de año.
Los buenos amigos de Pumuky hicieron de introductores, dando un concierto de «Justicia Poética» para establecer el nivel preliminar necesario.
En el Ocean
El Ocean Club estaba vestido para la ocasión. Una instalación interesante que parece que empieza a programar conciertos con cierta regularidad en un enclave realmente bueno. Seguiremos atentos a su programación.
La batería en medio del escenario me dejó perplejo. No recordaba un concierto de GAF con batería analógica, de bombo y platos… Pero claro, nada más empezar el concierto lo comprendimos todo. Enseguida, fulminantemente. Sin alejarse de su estilo habitual -donde son verdaderamente una banda especial, genuina- algo había cambiado claramente.
El concierto y el cambio
Las guitarras de César Chinarro y Mladen Kurajica, empujadas por Carolina Machado en esa batería, llevaron el concepto GAF a una idea más Rock, sencillamente. Más presencia rockera, de pie en el escenario y, sobre todo, unas piezas con una estructura más definida y visible, queriendo acercarse al sonido y estructura de «canción» más que de «tema». Esa intensidad creciente y omnipresente marca de la casa cedió por momentos el terreno a unos sonidos un poco más cerca del patrón «clásico» y de unos matices sonoros más delimitados y reconocibles en el concepto Rock.
Lo que ha definido a GAF y la Estrella de la Muerte sigue ahí, que nadie se asuste. Eduardo Villalobos al bajo, la colorista trompeta de Alejandro Padrón y sus percusiones y los teclados de José Martín mantuvieron al grupo en su senda habitual. Pero sorprendió y agradó el reconocer (e identificar incluso) matices de gran banda de rock.
El viernes pudimos asistir a la que quizás haya sido la última interpretación de un «must» de GAF. El referente en el repertorio, la puerta a la emoción desboradada: Yannakis. Todo un símbolo de lo que quizás llegue a ser un paso en firme en la evolución musical de la banda. El tiempo y su nuevo trabajo lo dirán.
Comentaba Mladen Kurajica al terminar el concierto que «todavía quedan todos los ases en la manga. No hemos tocado lo mejor». Ante esta afirmación y este contrastado giro hacia el Rock, no podemos más que esperar que «Gamma Bay» sea un discazo -un discasso como me gusta decir a mí- que llegará y gustará a muchos oídos, los ávidos de experiencias, los inquietos, los inteligentes…
