Scott H. Biram se acercó el pasado 8 de junio a Madrid para arrepentirse, lo hizo a través de la sangre de Jesús, infectado a través de su anterior trabajo “Nothin’ But Blood” publicado en 2014, pero en esta ocasión con otra excelente muestra de contrición en su nuevo disco “The Bad Testament”, publicado el pasado mes de febrero.
El de Austin, Texas abrasó a los allí presentes en una repleta sala Boite con una enorme deflagración diluido en Blues añejo del Mississippi, Country Punk, Hillbilly, Country Blues y Rock & Roll, todo conjurado en una misma noche, a través de su guitarra estridente, armónica, caja de ritmos y un vaso de tubo colmado de vino a modo de slide escupiendo a cada uno de los feligreses.
La tormenta se desató de manera puntual y a los pocos minutos, una canción tras otra de su último disco, dejó noqueado al respetable a las primeras de cambio. Todos y cada uno de los temas que interpretó aquella noche Scott H. Biram sonaron como a espadas a modo de gospel, otros a country, otros a Country Blues, folk Blues y hasta hard metal del «Wildside», recordando «Easy» de los Faith No More.
Cada uno de aquellos temas, fue como un pequeño trozo de fantasía en el que Biram se zambulló en continuas insinuaciones religiosas, toda ellas dirigidas hacia el «testamento dañino», esa batalla entre el bien y el mal a los que nos tiene acostumbrados, ahogando en blues sus penas y encendiendo el fuego en sus letras mientras fue divulgando su religión en Madrid por parte de este hombre que vio la muerte muy de cerca hace 14 años tras colisionar su coche contra un camión y tractor.
El concierto de Scott H. Biram en Madrid fue toda una maravillosa paranoia en progresión, un infinito bucle de golpes de sucio y polvoriento rocanrol, blues folk y gospel grasiento, auténtica dieta tejana, manejado con una agresividad sonora bien entendida, creando atmósferas tan densas y oscuras que traspasaron lo estrictamente musical, literalmente removieron conciencias y estómagos gracias a aquella tensión que duró poco más de una hora.
Mientras que el arrepentimiento no es una obra que gana la salvación, el arrepentimiento para salvación da como resultado las obras. Es imposible verdadera y totalmente cambiar la mentalidad de Biram sin que esto cause un cambio en tus actos. El reino de los cielos se acercó aquella noche. La sangre de Cristo. El vino en su vaso.
El demonio y el espíritu inmundo salió aquella noche de Scott, andó por la Boite, buscando reposo. «Volveré a mi casa, dijo, y volveré a España también como mi amigo Jesse Dayton« comentó. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores para que no se arrepientan.
Plegarias de Scott H Biram en Madrid con esa voz macerada en alquitrán, alcohol y gravilla, convirtiéndolo en ocasiones en aullidos de motosierra e imprimiendo latigazos a su guitarra, al mismo tiempo que maltratando con sus botas la caja de ritmos, exquisito y bastardo de principio a fin con su lluvia negra y sucia, flotando siempre a medio camino de lo fascinante a lo sublime aquella noche.
¡¡ Ten autoridad sobre Satanás y sus demonios: Still drunk, still crazy, still blue !!
Texto por Carlos Pérez Báez y Ángel Manuel Hernández Montes.
Fotos y vídeos por Ana Hortelando, Ángel Manuel Hernández Montes y Carlos Pérez Báez.
