Hemos asistido a un final de temporada de conciertos de infarto. En poco más de un mes han desfilado ante nuestros ojos unos cuantos titanes de la música que amamos: Guns N Roses, Foreigner, John Fogerty, Cheap Trick, Chris Isaak, Thunder, The Cult o Deep Purple. Después de un menú delicatesen como ese, faltaba un postre a la altura. Y lo tuvimos, vaya que sí. La banda del rock americano por excelencia, en su único concierto en Europa dentro de su gira 40 aniversario. Dirty Rock tenía que estar allí. Por las buenas o por las malas.
Esto ya era un asunto personal. Desde que descubrí a Tom Petty y los Rompecorazones en 1985 con su disco “Southern Accents”, y sobre todo con el descomunal Double Live Album “Pack Up The Plantation”, la necesidad de ver a estos tipos en directo se convirtió en una obsesión vital. Me ha costado 32 años conseguirlo, pero tras asistir a su show londinense del otro día, la espera ha merecido la pena. Un escenario incomparable como el British Summer Time Festival, junto a unas 65.000 personas, y con el bonus extra de Stevie Nicks, prometía una velada arrebatadora, como así fue. Lo que vimos el otro día fue la puta hostia.
La jornada no pudo comenzar mejor. Habíamos adquirido entradas generales, pero con la posibilidad de acceder una hora antes al recinto por si querías coger un buen sitio. Los controles del acceso eran intensos, con detectores de metales incluidos, pero yo no sé qué pasó cuando nos escanearon el ticket que un menda nos colocó una pulsera para acceder al Golden Circle delante del escenario. Me parece que el tipo de la puerta estaba más preocupado por el Brexit que por la excitación de un rocker bilbaíno ávido de emociones fuertes… ¿Así que quieres que me ponga delante de Mike Campbell gracias a una entrada que no he pagado?… Ok, that´s my cup of tea man!!!.
El festival era una maravilla. Había tres coquetos escenarios repartidos por la enorme explanada que acogieron actuaciones desde mediodía, y luego el monumental Great Oak Stage en la zona sur, donde tocaron los artistas principales, que por supuesto no se solaparon con nadie. La organización, las zonas acotadas y excelentes de los aseos, los puntos de agua potable para hidratarse, una oferta gastronómica del copón y mucho personal para ayudar a los asistentes hacen que sientas que el precio que has pagado por la entrada te está siendo devuelto con creces. El evento está sold out, pero aquí no viviremos los agobios a los que sí estamos acostumbrados en nuestro país por desgracia. La edad media del público está por encima de la treintena como es lógico. Estamos hablando de gente que lleva siguiendo al rubio de Florida tantos años como yo, o más. Aquello era la gloria bendita: camisetas de Sabbath, Stones, Status Quo o AC/DC por doquier, aunque ganaban lógicamente por goleada las de los Heartbreakers. Lo que me jode es que estos ingleses están habituados a eventos de este calibre cada año, mientras que para mí es algo excepcional. Su comida es una mierda, pero los muy saben montar acontecimientos rockeros de pelotas.
Lógicamente no pudimos ver todos los conciertos, así que hicimos una selección de lo que a priori parecía más interesante. Empezamos con Catherine McGrath, una norirlandesa residente en Nashville que hace un country pop acústico similar al de artistas como Jewel o Elyza Gylkison, aunque lógicamente sin llegar a ese nivel. Media hora de aperitivo que nos dejó un buen sabor de boca, antes de correr al escenario principal para catar algunos temas de James Hunter Six, que ya nos ha visitado varias veces y que a mí sigue aburriéndome un poco tras cuatro o cinco canciones. El sonido es apabullante. Alto y nítido en todas las zonas del parque. The Shelters en el mismo stage se lo hicieron mejor que Hunter, y aunque me parece que todavía les falta un hervor, tienen un aroma a los recordados Lone Justice que me gusta.
Los que sí que se salieron fueron Tyler Bryant & The Shakedown. En San Mamés, teloneando a las pistolas y a las rosas no pudimos apreciarlos en su justa medida por la lejanía, pero aquí dieron un concierto fenomenal, propulsados además porque Tyler dijo estar eufórico de compartir cartel con su banda favorita de siempre. Sus cuarenta minutos fueron de enmarcar. Fue el primer show del día en poner al público en órbita, y que Bryant cerró al grito pelado de “Tom Petty for president!!!”. A ver si los podemos catar en sala otra vez cuando publiquen su nuevo disco.
Llega la hora de los Heavy Weights. Nos vamos para el Golden a pillar una buena ubicación que Stevie Nicks empieza ya. Os digo sinceramente que este es el tipo de artista que no esperaba ver en mi vida en directo. Suena por los altavoces “Destination Unknown”, canción de la banda de los 80 Missing Persons, mientras el grupo al completo: dos guitarras, bajo, batería, teclas y coristas se colocan en su lugar… Cuando Nicks aparece por el lateral del Great Oak aquello se viene abajo colegas. La cantidad de camisetas con su imagen que hemos visto durante el día dejan claro que muchos también están allí por ella. Arrancan con “Gold And Braid”, de las sesiones de “Bella Donna”, su primer disco en solitario, antes de empezar a golpear duro con “If Anyone Falls” de “The Wild Heart”, y “Gypsy”, el primer tema de Fleetwood Mac que sonará durante la velada. Lo de esta mujer es demencial. Qué forma de cantar. Vuelta al primer álbum con “Outside The Rain”, y otro subidón de nuevo con “Dreams”. Qué clase, hermanos del metal.
Es evidente que Stevie también sabe que este es un show especial, y con excepción de “Moonlight (A Vampire´s Dream)” de su disco del 2011, todo va a girar alrededor de aquellos dos excitantes primeros LP´s: “Enchanted”… “Stand Back”… y un recuerdo a su primera época en Buckingham Nicks con la canción “Crying In The Night”, narrándonos en un discurso muy emotivo que escribió aquella canción en los años 70 en Los Angeles, cuando soñaba con dejar de trabajar de camarera y poder labrarse una carrera como cantante profesional, tratando de hacer realidad un sueño, un sueño que culminase cantando en Londres ante un abarrotado Hyde Park. La ovación es de la que se te caen los cojones al suelo, dos veces.
El rush final del show fue tremendo: “Wild Heart”, “Bella Donna”, “Edge Of Seventeen” -ese riff…-, y los bises con dos temas más de los Mac: “Rhiannon” y “Landslide”. El concierto ha sido brutal. La banda ha sonado como un cañón y ella tiene un magnetismo escénico y una garganta en un estado fabuloso. Si vuelve a salir para cascarse un dueto con Petty me hago caquita fijo.
Bueno, ahora sí que sí. Ha llegado el momento que llevo mucho tiempo esperando. En apenas media hora el setup del escenario ha quedado preparado de la forma habitual: el piano y los teclados del todopoderoso Benmont Tench a la izquierda, a su lado el lugar de Dios -o sea, Mike Campbell-, después la batería de Steve Ferrone -aunque el drummer de los Heartbreakers para mí siempre será Stan Lynch-, luego el bajo de Ron Blair, junto a Scott Thurston, y a la derecha las coristas que acompañan a la banda en este tour: las hermanas Webb, Charley y Hattie, que hasta ahora giraban con el desaparecido Leonard Cohen. Mientras lo montan todo no puedo dejar de mirar unas hileras de bolas blancas sujetas en la parte alta del escenario. Posteriormente se revelarán como un montaje escénico tremendamente efectivo, cuando dibujen siluetas y coloridos imposibles en el aire mediante un sistema de cables que las subía y bajaba. El centro del gigantesco stage será para Mr. Petty, que se lo recorrerá a un lado y a otro durante las dos horas del show.
La banda hace aparición a la hora establecida. Tom se acerca al micro y dice algo así como: “Estar aquí, en este bello verano londinense es increíble. Estamos celebrando cuarenta años juntos, así que este show va a ser como un vinilo gigante. Dejemos que la aguja se deslice sobre él!!!”. Y arrancan con la canción que abría su disco debut: “Rockin´ Around (With You)”, y además dice que es la primera que tocaron en Londres hace cuatro décadas, cuando giraron por las Islas Británicas recién publicado aquel álbum. Es sonido es pluscuamperfecto, lo cual es raro en un espacio tan grande, pero la ausencia de viento ayudó. Dios -o sea, Mike Campbell- lleva un abrigo de cuero que se quitará en breve depositándolo junto a los amplificadores, y cuando acabe su exhibición 120 minutos después se lo volverá a colocar y a marcharse por donde había venido como si no hubiese pasado nada. El cabronazo no puede ser más cool. El mejor guitarrista del rock americano sin ninguna duda.
“Mary Jane´s Last Dance”, y “You Don´t Know How It Feels”, de “Wallflowers”, serán las siguientes. Este disco tiene mucha importancia en el set, porque más adelante también tocarán “It´s Good To Be King”, “Crawling Back To You” y el tema título seguidas, en una de mis partes favoritas del concierto. Las bolas de luces llevan ya un rato bailando por el aire, y el efecto con las gigantescas pantallas de video es espectacular. Estamos asistiendo a un concierto de rock de otro nivel, así de simple. Con seguridad, Tom Petty es uno de los pocos orfebres de la canción que nos quedan en el rock and roll. Un tipo con una capacidad insultante para parir gemas que soportan el paso del tiempo, y que es capaz de aglutinar entre sus fans a aficionados del pop, el rock clásico, el hard rock o el heavy metal. Porque esta banda tiene un poco de todo eso. Cuando la gran mayoría de tus compañeros de profesión te admiran es que has hecho las cosas muy bien durante toda tu carrera. Me imagino que alguna vez habéis oído aquello de “Tom Petty no ha grabado un mal disco en su vida”.
De “Hypnotic Eye” (2014), tocaron “Forgotten Man”, y a partir de aquí ya la cosa se disparó de manera exagerada. Era imaginable que tocasen “I Won´t Back Down” y “Free Fallin´”, pero yo desde luego no las esperaba tan pronto, y mucho menos seguidas. Ver a todo el público cantando algo así y a Campbell salirse con las seis cuerdas fue muy, muy emocionante. Sólo llevamos siete temas y yo ya estoy sobrepasado. Esto es lo que esperaba y más. De la banda sonora de “She´s The One” tocaron “Walls”, de la que Tom dijo que era una petición, y de “Southern Accents” ejecutaron la formidable “Don´t Come Around Here No More”, donde las hermanas Webb se lucieron también.
Antes de atacar las tres canciones de “Wildflowers” que os decía antes, llegó el momento de la noche. Después de que Tom presentase a todos los miembros del grupo, con ovación de gala para Dios -o sea, Mike Campbell-, Petty nos dijo que también andaba por allí una amiga desde los primeros tiempos del grupo, y al grito de ”Stevieee!!!” Nicks volvió a pisar el escenario una vez más para dejarnos por los suelos a todos con un dueto memorable en “Stop Draggin´ My Heart Around”. Si me dicen hace años que vería a Nicks y a Petty cantando juntos en directo me habría descojonado en la cara del tipo en cuestión. Todo el viaje a England ya estaba amortizado con lo que vimos en esos minutos. Ni sé la de veces que he visionado en casa mi cinta VHS del “Playback”, un recopilatorio con todos los clips de Petty hasta entonces y en donde aparecían esos duelos atómicos con Nicks. Lo que presenciamos fue historia del ROCK, así, en mayúsculas.
Nos acercamos al final, pero esto sólo sube y sube… “Learning To Fly”, con 60.000 gargantas cantando el estribillo mientras las pantallas emitían imágenes de todas las épocas del grupo, me dejó tieso el vello de las orejas. Luego vino “Yer So Bad”, una muesca más de esa monstruosidad que es “Full Moon Fever”, y además enlazada después con un tema que es puro Led Zeppelin: “I Should Have Known It”, donde Dios -o sea, Mike Campbell- hizo lo que le dio la gana con la guitarra en la mano, antes de pegarnos el subidón de nuestras vidas con el riff de “Refugee”. Amigos, toda mi vida he querido cantar esa canción con el grupo que la escribió, y por fin lo he conseguido. Para terminar, un “Runnin´ Down A Dream” apoteósico. Esto ha sido descomunal, pero todavía quedan los bises: “You Wreck Me” y la inevitable “American Girl”, antes de despedirse juntos bajo una ovación de las que se recuerdan toda la vida. Dios -o sea, Mike Campbell- se puso la chupa y se largó por donde había venido, y yo me quedé gritando “Tom Petty for president!!!”, claro que sí joder.
A cuidarse.
Texto por J.M.Martínez y fotos por Dimoniet Vermell.